Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Se guí an le los on ce de tal suer te

que jun tos se me tie ron y mez cla ron

en me dio el e ne mi go dan do muer te

a to dos cuan tos in dios en con tra ron

Rom pie ron u na es cua dra gran de y fuer te

en que de se te cien tos se pa sa ron

sa lie ron de o tra ban da cien fle che ros

con á ni mo ga llar do muy li ge ros

So bre és tos nues tra gen te re vol vien do

pe le a y e llos ros tro y ca ra ha cen

los o tros al so co rro muy co rrien do

a cu den mas los nues tros los des ha cen

Vol vie ron a rom per los y rom pien do

los mo zos sus de se os sa tis fa cen

que tan tos por el sue lo van ro dan do

cuan tos ca ba llo y lan za van to can do

A quí ve réis el in dio a tra ve sa do

por me dio la gar gan ta y a llí jun to

el o tro to do el cas co ba rre na do

sa lién do le los se sos lue go al pun to

Por me dio de los pe chos tras pa sa do

es ta ba Ta bo y ca si di fun to

y tan to de la lan za se a fe rra ba

que ya per der la Lei va i ma gi na ba

Seguíanle los once de tal suerte

que juntos se metieron y mezclaron

en medio el enemigo, dando muerte

a todos cuantos indios encontraron.

Rompieron una escuadra grande y fuerte

en que de setecientos se pasaron;

salieron de otra banda cien flecheros

con ánimo gallardo muy ligeros.

Sobre éstos nuestra gente revolviendo

pelea, y ellos rostro y cara hacen;

los otros al socorro muy corriendo

acuden, mas los nuestros los deshacen.

Volvieron a romperlos, y rompiendo

los mozos sus deseos satisfacen,

que tantos por el suelo van rodando,

cuantos caballo y lanza van tocando.

Aquí veréis el indio atravesado

por medio la garganta, y allí junto

el otro todo el casco barrenado,

saliéndole los sesos luego al punto.

Por medio de los pechos traspasado

estaba Tabobá, y casi difunto,

y tanto de la lanza se aferraba,

que ya perderla Leiva imaginaba.

Seguíanle los once de tal suerte,

Que juntos se metieron, y mezclaron

En medio el enemigo, dando muerte

A todos cuantos indios encontraron.

Rompieron una esquadra grande y fuerte,

En que de setecientos se pasaron;

Salieron de otra banda cien flecheros

Con ánimo gallardo muy lejeros.

Sobre estos nuestra gente revolviendo

Pelea, y ellos rostro y cara hacen:

Los otros al socorro muy corriendo

Acuden, mas los nuestros los deshacen.

Volvieron a romperlos, y rompiendo

Los mozos sus deseos satisfacen,

Que tantos por el suelo van rodando,

Cuantos caballo y lanza van tocando.

Aquí vereis el indio atravesado

Por medio la garganta, y allí junto

El otro todo el casco barrenado,

Saliéndole los sesos luego al punto.

Por medio de los pechos traspasado

Estaba , y casi difunto,

Y tanto de la lanza se aferraba,

Que ya perderla imaginaba.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0