En tan to que no so tros ce le bra mos
el triun fo de vic to ria muy go zo sos
y a quel si guien te dí a re po sa mos
los in dios des po blan do te me ro sos
la tie rra a den tro hu yen Des pués va mos
en bus ca de Rui Dí az muy go zo sos
que hu yen do del tiem po ad ver so y du ro
to mó en San Sal va dor puer to se gu ro
A don de en su ri be ra de lei to sa
de to dos los de sas tres ol vi da dos
nos tu vi mos por gen te muy di cho sa
en ver nos ya de a sien to a llí po bla dos
con go zo ce le bran do la fa mo sa
vic to ria de man ce bos es for za dos
con tra el so ber bio in dio be li co so
y en to do el Ar gen ti no más fa mo so
A prie sa ca da cual ha ce mo ra da
que de ma de ros hay gran a pa re jo
y te nien do su car ga des car ga da
por Juan Or tiz se par te Mel ga re jo
No sien to le da pe na la tor na da
que aun que es el ca pi tán ya ca no y vie jo
a tra ba jos es tá tan a ve za do
que no se ha lla bien si es tá pa ra do
En tanto que nosotros celebramos
el triunfo de victoria muy gozosos,
y aquel siguiente día reposamos,
los indios despoblando temerosos
la tierra adentro huyen. Después vamos
en busca de Rui Díaz muy gozosos,
que huyendo del tiempo adverso y duro,
tomó en San Salvador puerto seguro.
Adonde en su ribera deleitosa,
de todos los desastres olvidados,
nos tuvimos por gente muy dichosa
en vernos ya de asiento allí poblados,
con gozo celebrando la famosa
victoria de mancebos esforzados
contra el soberbio indio belicoso,
y en todo el Argentino más famoso.
A priesa cada cual hace morada,
que de maderos hay gran aparejo,
y teniendo su carga descargada,
por Juan Ortiz se parte Melgarejo.
No siento le da pena la tornada,
que aunque es el capitán ya cano y viejo,
a trabajos está tan avezado
que no se halla bien si está parado.
En tanto que nosotros celebramos
El triunfo de victoria muy gozosos,
Y aquel siguiente dia reposamos,
Los indios despoblando temerosos
La tierra adentro huyen: despues vamos
En busca de muy gozosos,
Que huyendo del tiempo adverso y duro,
Tomó en San Salvador puerto seguro.
Adonde en su ribera deleitosa,
De todos los desastres olvidados,
Nos tuvimos por gente muy dichosa,
En vernos ya de asiento allí poblados;
Con gozo celebrando la famosa
Victoria de mancebos esforzados
Contra el soberbio indio belicoso,
Y en todo el Argentino mas famoso.
A priesa cada cual hace morada,
Que de maderos hay gran aparejo,
Y teniendo su carga descargada,
Por se parte .
No siento le da pena la tornada,
Que aunque es el ya cano y viejo,
A trabajos está tan avezado,
Que no se halla bien si está parado.