Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Un ca so con ta que ma ni fies ta

en su tan to y ma ne ra es ta sen ten cia

de mo hu ma na guar da po co pres ta

si es en con tra di vi na Pro vi den cia

Su ce de a me dia no che u na mo les ta

y tris te des ven tu ra di li gen cia

no bas ta a le im pe dir por que la ca sa

de Juan Or tiz se tor na he cha bra sa

Al pun to que la gen te re po sa ba

un fue go se em pren dió el A de lan ta do

se gún pa re ció ser des pier to es ta ba

a pri sa sin pa rar se ha le van ta do

El vien to al fue go fuer za a cre cen ta ba

la ca sa y cuan to tie ne se ha a bra sa do

que mien tras más va el fue go más se a ti za

y vuel ve to do en pol vo y en ce ni za

E ter no Dios que a zo tas y cas ti gas

los hom bres por ra zo nes ex qui si tas

qué de tor men tas ham bre sed fa ti gas

tra ba jos gue rras co sas in fi ni tas

he vis to Y sé Se ñor que más o bli gas

a quel a quien cas ti gas y lo in ci tas

a que an de en te ro siem pre en tu ser vi cio

mas no co no ce el ma lo el be ne fi cio

Un caso contaré, que manifiesta

en su tanto y manera esta sentencia,

de cómo humana guarda poco presta

si está en contra divina Providencia.

Sucede a media noche una molesta

y triste desventura, diligencia

no basta a le impedir, porque la casa

de Juan Ortiz se torna hecha brasa.

Al punto que la gente reposaba,

un fuego se emprendió; el Adelantado,

según pareció ser, despierto estaba,

a prisa sin parar se ha levantado.

El viento al fuego fuerza acrecentaba,

la casa y cuanto tiene se ha abrasado,

que mientras más va, el fuego más se atiza,

y vuelve todo en polvo y en ceniza.

¡Eterno Dios!, que azotas y castigas

los hombres por razones exquisitas,

¡qué de tormentas, hambre, sed, fatigas,

trabajos, guerras, cosas infinitas

he visto! Y sé Señor, que más obligas

aquel a quien castigas, y lo incitas

a que ande entero siempre en tu servicio,

mas no conoce el malo el beneficio.

Un caso contaré, que manifiesta

En su tanto y manera esta sentencia,

De como humana guarda poco presta,

Si esta encontra divina Providencia.

Sucede a media noche una molesta

Y triste desventura, diligencia

No basta a le impedir, porque la casa

De se torna hecha brasa.

Al punto que la gente reposaba,

Un fuego se emprendio, el Adelantado,

Segun pareció ser, despierto estaba,

A priesa sin parar se ha levantado:

El viento al fuego fuerza acrecentaba,

La casa y cuanto tiene se ha abrasado,

Que mientras mas va, el fuego mas se atiza,

Y vuelve todo en polvo y en ceniza.

¡Eterno Dios!, que azotas y castigas

Los hombres por razones esquisitas,

Que de tormentas, hambre, sed, fatigas,

Trabajos, guerras, cosas infinitas

He visto? Y sé Señor, que mas obligas

Aquel a quien castigas, y le incitas

A que ande entero siempre en tu servicio:

Mas no conoce el malo el beneficio.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0