Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Me tio se Juan Or tiz en su na o

a don de su ha cien da es guar da da

no cu ra de ha cer ya más buhí o

que la za bra la tie ne por mo ra da

La guar da se le ha ce jun to al o

la gen te por el cam po es po bla da

en sus cho zas de pa ja sin a bri go

con no po co te mor del e ne mi go

Al ar ma un a se to ca al bo ro ta dos

a to dos los ve réis por que a so ma ban

el pi lo to ma yor y los sol da dos

que la na ve sin guar da la de ja ban

A to dos los ve réis a me dren ta dos

las da mas y don ce llas la men ta ban

los hom bres des ma ya dos sus pi ran do

an da ban por la pla za di va gan do

Lle pues es ta gen te que guar da ba

la na ve viz ca í na y en lle gan do

al pi lo to u nos gri llos lue go e cha ba

el Juan Or tiz la co sa e xa ge ran do

El pre so su ve ni da dis cul pa ba

el mie do por ex cu sa pre sen tan do

di cien do que en la na ve a la ven tu ra

es ta ba y be ne fi cio de na tu ra

Metiose Juan Ortiz en su navío,

adonde su hacienda está guardada;

no cura de hacer ya más buhío,

que la zabra la tiene por morada.

La guarda se le hace junto al río,

la gente por el campo está poblada

en sus chozas de paja, sin abrigo,

con no poco temor del enemigo.

Al arma un día se toca, alborotados

a todos los veréis, porque asomaban

el piloto mayor y los soldados,

que la nave sin guarda la dejaban.

A todos los veréis amedrentados,

las damas y doncellas lamentaban,

los hombres desmayados, suspirando

andaban por la plaza divagando.

Llegó, pues, esta gente que guardaba

la nave vizcaína, y en llegando

al piloto unos grillos luego echaba

el Juan Ortiz, la cosa exagerando.

El preso su venida disculpaba,

el miedo por excusa presentando,

diciendo que en la nave a la ventura

estaba, y beneficio de natura.

Metióse en su navio,

Adonde su hacienda esta guardada;

No cura de hacer ya mas buhio,

Que la zabra la tiene por morada.

La guarda se le hace junto al rio,

La gente por el campo está poblada

En sus chozas de paja, sin abrigo,

Con no poco temor del enemigo.

Al arma un dia se toca: alborotados

A todos los vereis, porque asomaban

El piloto mayor y los soldados,

Que la nave sin guarda la dejaban.

A todos los vereis amedrentados,

Las damas y doncellas lamentaban,

Los hombres desmayados, suspirando

Andaban por la plaza divagando.

Llegó, pues, esta gente que guardaba

La nave vizcaina, y en llegando

Al piloto unos grillos luego echaba

El la cosa exagerando.

El preso su venida disculpaba,

El miedo por escusa presentando,

Diciendo: que en la nave a la ventura

Estaba, y beneficio de natura.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0