Un Die go Gó mez hom bre ma ri ne ro
con su pre ten sión ma la le tra í a
al po bre de don Die go al re tor te ro
el Ca bil do en a ques to le e le gí a
en el lu gar que es ta ba de pri me ro
Zu ri ta que a los Char cas i do ha bí a
Pues veis Go ber na dor don Die go al za do
y el pro pio del go bier no des po ja do
Don Die go a los al cal des pren de lue go
con o tros que con de nan su de sig no
y vien do al bo ro ta do an dar el jue go
los Sa la za res sa len de ca mi no
La nue va al Pe rú vue la co mo fue go
y el don Die go con gran de de sa ti no
ma tó a los Sa la za res pro cu ran do
que dar se pa ra siem pre go ber nan do
Don Fran cis co vi rrey de tan ta fa ma
y en ser vi cio del Rey muy es ti ma do
sa bi do es te ne go cio e cha de rra ma
y en bre ve gran de e jér ci to ha jun ta do
A gen te de va lor y suer te lla ma
y el he cho con pres te za con cer ta do
la cor di lle ra se en tra muy pu jan te
e chan do un ca ba lle ro de de lan te
Un Diego Gómez, hombre marinero,
con su pretensión mala le traía
al pobre de don Diego al retortero;
el Cabildo en aquesto le elegía
en el lugar que estaba de primero
Zurita, que a los Charcas ido había.
Pues veis Gobernador don Diego alzado,
y el propio del gobierno despojado.
Don Diego a los alcaldes prende luego
con otros que condenan su designo,
y viendo alborotado andar el juego,
los Salazares salen de camino.
La nueva al Perú vuela como fuego,
y el don Diego con grande desatino
mató a los Salazares, procurando
quedarse para siempre gobernando.
Don Francisco, virrey de tanta fama,
y en servicio del Rey muy estimado,
sabido este negocio, echa derrama,
y en breve grande ejército ha juntado.
A gente de valor y suerte llama,
y el hecho con presteza concertado;
la cordillera se entra muy pujante
echando un caballero de delante.
Un , hombre marinero,
Con su pretension mala le traía
Al pobre de al retortero;
El Cabildo en aquesto le elegia,
En el lugar que estaba de primero,
, que a los Charcas habia ido:
Pues veis Gobernador alzado,
Y el propio del gobierno despojado.
a los alcaldes prende luego,
Con otros que condenar su designo,
Y viendo alborotado andar el juego,
Los salen de camino.
La nueva al Perú vuela como fuego,
Y el con grande desatino
Mató a los , procurando
Quedarse para siempre gobernando.
, virey de tanta fama,
Y en servicio del Rey muy estimado,
Sabido este negocio, echa de rama,
Y en breve grande ejército ha juntado.
A gente de valor y suerte llama,
Y el hecho con presteza concertado:
La cordillera se entra muy pujante,
Echando un caballero de delante.