A San ta Cruz las car tas lle gan bre ve
el Á vi la ha a yu da do en es ta par te
cau san do que se ha ga lo que de be
ha cer se aun que si guie ra el es tan dar te
con tra rio mas a go ra no se a tre ve
por ver del de To le do la gran de ar te
y que el don Die go es tá sin pies y ma nos
y a que llos que le si guen son ti ra nos
El or den que se dio que de sis tie se
del man do y del go bier no que te ní a
y el Ca bil do y Con se jo se lo die se
que a qués tos di cen to dos con ve ní a
El Gó mez que fue cau sa que hi cie se
don Die go la can ta da de ma sí a
y fue ra al pa re cer su gran de a mi go
en vién do le sin man do fue e ne mi go
De sis te pues don Die go de su man da
y de ja que el Ca bil do go ber na se
por a ques ta ma ne ra pro cu ran do
que el Vi rrey su de li to per do na se
Al gu nos de su par te y de su ban do
le di cen al Vi rrey se pre sen ta se
que en ver su po ca cul pa y su i no cen cia
sin du da que u sa rí a de cle men cia
A Santa Cruz las cartas llegan breve;
el Ávila ha ayudado en esta parte,
causando que se haga lo que debe
hacerse, aunque siguiera el estandarte
contrario; mas agora no se atreve,
por ver del de Toledo la grande arte,
y que el don Diego está sin pies y manos,
y aquellos que le siguen son tiranos.
El orden que se dio, que desistiese
del mando y del gobierno que tenía,
y el Cabildo y Consejo se lo diese,
que aquéstos dicen todos convenía.
El Gómez, que fue causa que hiciese
don Diego la cantada demasía,
y fuera al parecer su grande amigo,
en viéndole sin mando, fue enemigo.
Desiste, pues, don Diego de su manda,
y deja que el Cabildo gobernase,
por aquesta manera procurando
que el Virrey su delito perdonase.
Algunos de su parte y de su bando
le dicen al Virrey se presentase,
que en ver su poca culpa y su inocencia
sin duda que usaría de clemencia.
A Santa Cruz las cartas llegan breve;
El ha ayudado en esta parte,
Causando que se haga lo que debe
Hacerse, aunque siguiera el estandarte
Contrario: mas agora no se atreve,
Por ver del de la grande arte,
Y que el está sin pies y manos,
Y aquellos que le siguen son tiranos.
El órden que se dió, que desistiese
Del mando y del gobierno que tenia,
Y al Cabildo y Consejo se le diese,
Que aquestos dicen todos convenia.
El , que fué causa que hiciese
la contada demasia,
Y fuera al parecer su grande amigo,
En viéndole sin mando, fué enemigo.
Desiste, pues, de su mando,
Y deja que el Cabildo gobernase,
Por aquesta manera procurando
Que el su delito perdonase.
Algunos de su parte y de su bando
Le dicen al se presentase:
Que en ver su poca culpa y su inocencia,
Sin duda que usaria de clemencia.