Tam bién a Die go Gó mez el que ha bí a
al tris te ca ba lle ro a con se ja do
col ga ron y lo mis mo a ques te dí a
al Á vi la hi cie ran que sa ca do
con es tos tam bién fue y ya que rí a
el ver du go col gar le en ca ra ma do
es tu vo en los pos tre ros es ca lo nes
y a gran de prie sa vie ne el de Qui ño nes
A no lle gar con prie sa y di li gen cia
per die ra sin fal ta Á vi la la vi da
que el ver du go e je cu ta la sen ten cia
si no vie ne Qui ño nes de co rri da
Por se ñal el bor dón de Su Ex ce len cia
tra í a que es se ñal muy co no ci da
per do nan al que es tá me dio di fun to
y pa re ce na cer en a quel pun to
En su tú ni ca y so ga muy re vuel to
pen san do ser vi sión y que so ña ba
a la cár cel ha si do lue go vuel to
en tan to que su cau sa se tra ta ba
Al fin sa lió de a po co li bre y suel to
y de go zo y pla cer no se ha lla ba
que es bur la muy pe sa da y que es pan ta
ver se un hom bre la so ga a la gar gan ta
También a Diego Gómez, el que había
al triste caballero aconsejado,
colgaron; y lo mismo aqueste día
al Ávila hicieran, que sacado
con estos también fue, y ya quería
el verdugo colgarle, encaramado
estuvo en los postreros escalones,
y a grande priesa viene el de Quiñones.
A no llegar con priesa y diligencia
perdiera sin falta Ávila la vida,
que el verdugo ejecuta la sentencia
si no viene Quiñones de corrida.
Por señal el bordón de Su Excelencia
traía, que es señal muy conocida;
perdonan al que está medio difunto,
y parece nacer en aquel punto.
En su túnica y soga muy revuelto,
pensando ser visión y que soñaba,
a la cárcel ha sido luego vuelto
en tanto que su causa se trataba.
Al fin salió de a poco libre y suelto,
y de gozo y placer no se hallaba,
que es burla muy pesada y que espanta
verse un hombre la soga a la garganta.
Tambien a , el que habia
Al triste caballero aconsejado,
Colgaron; y lo mismo aqueste dia
Al hicieran, que sacado
Con estos tambien fue, y ya queria
El verdugo colgarle: encaramado
Estuvo en los postreros escalones,
Y a grande priesa viene el de .
A no llegar con priesa y diligencia
Perdiera sin falta la vida;
Que el verdugo ejecuta la sentencia
Si no viene de corrida.
Por señal el bordon de Su Excelencia
Traia, que es señal muy conocida;
Perdonan al que esta medio difunto,
Y parece nacer en aquel punto.
En su túnica y soga muy revuelto,
Pensando ser vision y que soñaba,
A la cárcel ha sido luego vuelto
En tanto que su causa se trataba:
Al fin salio de a poco libre y suelto,
Y de gozo y placer no se hallaba;
Que es burla muy pesada y que espanta
Verse un hombre la soga a la garganta.