Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

El cis ne blan co be llo di cen sue le

can tar cuan do la muer te le es ve ci na

que de jar es ta vi da no le due le

te nién do la por tris te y por ma lig na

Ra zón es pues más jus ta se con sue le

el hom bre ra cio nal que a Dios se in cli na

A quien si vi ve bien tie ne guar da da

a llá en el cie lo Dios me jor po sa da

Pues ve mos que no es cier ta y du ra de ra

la ciu dad que ha bi ta mos sin fir me za

bus que mos la que es fir me y ver da de ra

que du re pa ra siem pre en gran al te za

La muer te vie ne a prie sa muy li ge ra

no es jus to es pan te al bue no su fie re za

Te mer la es na tu ral mas se a de suer te

la vi da que no pe se de la muer te

Sa a bien la vi da que ha a he cho

el va so de e lec ción y de se o so

de ver a Je su cris to sa tis fe cho

que mu rien do te a gran re po so

pe a con ins tan cia ser de se cho

y di suel to del cuer po tra ba jo so

cre yen do go za a en gau dio e ter no

a Cris to su mo bien con fin su per no

El cisne, blanco, bello, dicen suele

cantar cuando la muerte le es vecina,

que dejar esta vida no le duele,

teniéndola por triste y por maligna.

Razón es, pues, más justa se consuele

el hombre racional, que a Dios se inclina.

A quien, si vive bien, tiene guardada

allá en el cielo Dios mejor posada.

Pues vemos que no es cierta y duradera

la ciudad que habitamos sin firmeza,

busquemos la que es firme y verdadera,

que dure para siempre en gran alteza.

La muerte viene a priesa muy ligera,

no es justo espante al bueno su fiereza.

Temerla es natural, mas sea de suerte

la vida, que no pese de la muerte.

Sabía bien la vida que había hecho

el vaso de elección, y deseoso

de ver a Jesucristo satisfecho,

que muriendo tenía gran reposo,

pedía con instancia ser desecho

y disuelto del cuerpo trabajoso,

creyendo gozaría en gaudio eterno

a Cristo, sumo bien, con fin superno.

El cisne, blanco, bello, dicen; suele

Cantar cuando la muerte le es vecina,

Que dejar esta vida no le duele,

Teniéndola por triste y por maligna.

Razon es, pues, mas justa se consuele

El hombre racional, que a Dios se inclina,

A quien, si vive bien, tiene guardada

Alla en el cielo Dios mejor posada.

Pues vemos que no es cierta y duradera

La ciudad que habitamos sin firmeza,

Busquemos la que es firme y verdadera,

Que dure para siempre en gran alteza.

La muerte viene a priesa muy ligera,

No es justo espante al bueno su fiereza.

Temerla es natural, mas sea de suerte

La vida, que no pese de la muerte.

Sabia bien la vida que habia hecho

El vaso de eleccion, y deseoso

De ver a Jesu-Cristo satisfecho,

Que muriendo tenia gran reposo:

Pedia con instancia ser desecho,

Y disuelto del cuerpo trabajoso,

Creyendo gozaria en guadio eterno

A Cristo, sumo bien, con fin superno.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0