Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

El Vi rrey re pli que lo hi cie se

co mo jus ti cia su ya y su te nien te

el Po lo se re su me en que es cri bie se

de su ma no el man da to y que se a sien te

que no quie re al gún tiem po le pi die se

del In ca a que lla muer te al gún pa rien te

El Vi rrey or de lue go un es cri to

del In ca pu bli can do su de li to

Al pun to que se su po de su muer te

que e je cu tar se man da se jun ta ron

en bre ve tan ta gen te de su suer te

que to da la ciu dad al bo ro ta ron

Y aun que fue ro ga do es tu vo fuer te

el Vi rrey que con él no a pro ve cha ron

los frai les y un O bis po que de a

que a Es pa ña a To pa ma ro lle va a

Al fin en u na mu la le sa ca ron

con un pre gón su cul pa pu bli can do

que los in dios por él se le van ta ron

a ques to i ba el ver du go pre go nan do

Tan tos in dios en es to se jun ta ron

el Cuz co de tal suer te al bo ro tan do

que ne ce sa rio fue que le ro ga sen

al In ca que man da se que ca lla sen

El Virrey replicó que lo hiciese

como justicia suya, y su teniente

el Polo se resume en que escribiese

de su mano el mandato, y que se asiente,

que no quiere algún tiempo le pidiese

del Inca aquella muerte algún pariente.

El Virrey ordenó luego un escrito

del Inca publicando su delito.

Al punto que se supo de su muerte,

que ejecutarse manda, se juntaron

en breve tanta gente de su suerte

que toda la ciudad alborotaron.

Y aunque fue rogado, estuvo fuerte

el Virrey, que con él no aprovecharon

los frailes, y un Obispo que decía

que a España a Topamaro llevaría.

Al fin en una mula le sacaron,

con un pregón su culpa publicando,

que los indios por él se levantaron,

aquesto iba el verdugo pregonando.

Tantos indios en esto se juntaron

el Cuzco de tal suerte alborotando,

que necesario fue que le rogasen

al Inca que mandase que callasen.

El replicó que lo hiciese

Como justicia suya, y su teniente:

El se resume en que escribiese

De su mano el mandato, y que se asiente;

Que no quiere algun tiempo le pidiese

Del aquella muerte algun pariente.

El ordenó luego un escrito

Del publicando su delito.

Al punto que se supo de su muerte,

Que ejecutarse manda, se juntaron

En breve tanta gente de su suerte,

Que toda la ciudad alborotaron.

Y aunque fué rogado, estuvo fuerte

El , que con él no aprovecharon

Los frailes, y un Obispo que decia,

Que a España a llevaria.

Al fin en una mula le sacaron,

Con un pregon su culpa publicando,

Que los indios por el se levantaron,

Aquesto iba el verdugo pregonando.

Tantos indios en esto se juntaron,

El Cuzco de tal suerte alborotando,

Que necesario fue que le rogasen

Al que mandase que callasen.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0