El Vi rrey re pli có que lo hi cie se
co mo jus ti cia su ya y su te nien te
el Po lo se re su me en que es cri bie se
de su ma no el man da to y que se a sien te
que no quie re al gún tiem po le pi die se
del In ca a que lla muer te al gún pa rien te
El Vi rrey or de nó lue go un es cri to
del In ca pu bli can do su de li to
Al pun to que se su po de su muer te
que e je cu tar se man da se jun ta ron
en bre ve tan ta gen te de su suer te
que to da la ciu dad al bo ro ta ron
Y aun que fue ro ga do es tu vo fuer te
el Vi rrey que con él no a pro ve cha ron
los frai les y un O bis po que de cí a
que a Es pa ña a To pa ma ro lle va rí a
Al fin en u na mu la le sa ca ron
con un pre gón su cul pa pu bli can do
que los in dios por él se le van ta ron
a ques to i ba el ver du go pre go nan do
Tan tos in dios en es to se jun ta ron
el Cuz co de tal suer te al bo ro tan do
que ne ce sa rio fue que le ro ga sen
al In ca que man da se que ca lla sen
El Virrey replicó que lo hiciese
como justicia suya, y su teniente
el Polo se resume en que escribiese
de su mano el mandato, y que se asiente,
que no quiere algún tiempo le pidiese
del Inca aquella muerte algún pariente.
El Virrey ordenó luego un escrito
del Inca publicando su delito.
Al punto que se supo de su muerte,
que ejecutarse manda, se juntaron
en breve tanta gente de su suerte
que toda la ciudad alborotaron.
Y aunque fue rogado, estuvo fuerte
el Virrey, que con él no aprovecharon
los frailes, y un Obispo que decía
que a España a Topamaro llevaría.
Al fin en una mula le sacaron,
con un pregón su culpa publicando,
que los indios por él se levantaron,
aquesto iba el verdugo pregonando.
Tantos indios en esto se juntaron
el Cuzco de tal suerte alborotando,
que necesario fue que le rogasen
al Inca que mandase que callasen.
El replicó que lo hiciese
Como justicia suya, y su teniente:
El se resume en que escribiese
De su mano el mandato, y que se asiente;
Que no quiere algun tiempo le pidiese
Del aquella muerte algun pariente.
El ordenó luego un escrito
Del publicando su delito.
Al punto que se supo de su muerte,
Que ejecutarse manda, se juntaron
En breve tanta gente de su suerte,
Que toda la ciudad alborotaron.
Y aunque fué rogado, estuvo fuerte
El , que con él no aprovecharon
Los frailes, y un Obispo que decia,
Que a España a llevaria.
Al fin en una mula le sacaron,
Con un pregon su culpa publicando,
Que los indios por el se levantaron,
Aquesto iba el verdugo pregonando.
Tantos indios en esto se juntaron,
El Cuzco de tal suerte alborotando,
Que necesario fue que le rogasen
Al que mandase que callasen.