Don Fran cis co le tu vo a pri sio na do
en él e je cu tan do pu ras sa ñas
a ca bo ya de dí as se ha li bra do
que el tiem po ve mos cu ra mil ma ra ñas
a su pla za des pués que se ha tor na do
a ca bo ya de dí as tu vo ma ñas
co mo se vuel ve a es tar aun que le qui ta
don Die go cuan do vuel ve a la vi si ta
Men die ta pen sa rá ya que le ol vi do
por ver que en el Pe rú an do ol vi da do
ha bién do le yo mis mo pro me ti do
de cir a quí cuán mal se ha go ber na do
An da ba el sin ven tu ra tan me ti do
y en fue go del a mor tan a bra sa do
que las bra sas de a mor y vi vo fue go
le tie nen con ver ti do en ni ño cie go
An ti guos que a Cu pi do ce le bras tes
por Dios de a mor con ar co y con sa e ta
y ni ño ra pa ce jo le pin tas tes
con ven da que la vis ta bien le a prie ta
no du do si no que nos a cor das tes
que ha bí a de na cer es te Men die ta
que si es cie go el a mor y sin sen ti do
no te néis que bus car o tro Cu pi do
Don Francisco le tuvo aprisionado,
en él ejecutando puras sañas;
a cabo ya de días se ha librado,
que el tiempo vemos cura mil marañas;
a su plaza después que se ha tornado,
a cabo ya de días tuvo mañas;
como se vuelve a estar, aunque le quita
don Diego cuando vuelve a la visita.
Mendieta pensará ya que le olvido
por ver que en el Perú ando olvidado,
habiéndole yo mismo prometido
decir aquí cuán mal se ha gobernado.
Andaba el sin ventura tan metido,
y en fuego del amor tan abrasado,
que las brasas de amor y vivo fuego
le tienen convertido en niño ciego.
Antiguos, que a Cupido celebrastes
por Dios de amor, con arco y con saeta,
y niño rapacejo le pintastes,
con venda que la vista bien le aprieta,
no dudo sino que nos acordastes
que había de nacer este Mendieta,
que si es ciego el amor y sin sentido,
no tenéis que buscar otro Cupido.
le tuvo aprisionado,
En él ejecutando puras sañas;
A cabo ya de dias se ha librado,
Que el tiempo vemos cura mil marañas.
A su plaza despues que se ha tornado,
A cabo ya de dias tuvo mañas;
Como se vuelve a estar, aunque le quita
cuando vuelve a la visita.
pensará ya que le olvido,
Por ver que en el Perú ando olvidado;
Habiéndole yo mismo prometido
Decir aquí cuan mal se ha gobernado.
Andaba el sin ventura tan metido,
Y en fuego del amor tan abrasado,
Que las brasas de amor, y vivo fuego
Le tienen convertido en niño ciego.
Antiguos, que a Cupido celebrastes
Por Dios de amor, con arco y con saeta,
Y niño rapacejo le pintastes,
Con venda que la vista bien le aprieta;
No dudo sino que nos acordastes
Que habia de nacer este :
Que si es ciego el amor y sin sentido,
No teneis que buscar otro Cupido.