Ha bí a se con él de sem bar ca do
al gu na de la gen te que ve ní a
en el na ví o a vuel tas un sol da do
por no sé qué te mor de él se huí a
por en ga ño y pa la bras ya tor na do
en dos par tes por me dio le par tí a
y cuel ga la mi tad con la ca be za
en un pa lo y en o tro la o tra pie za
El pi lo to ma yor y ma ri ne ros
al vien to dan las ve las te me ro sos
de ver a ques tos lo cos de sa fue ros
y al Pa ra ná se vie nen re ce lo sos
de ján do le con sie te com pa ñe ros
en tre in dios bau ti za dos y a mo ro sos
En el na ví o dan do ve la al vien to
a San ta Fe lle ga ron a con ten to
Ga ray que en la A sump ción es ta ba a rrui na
a to dos por el sue lo sin de re cho
guar dar si no lo que él so lo i ma gi na
que pue de con ve nir a su pro ve cho
y con u na so ber bia cruel ma lig na
en cum bra su ne go cio has ta el te cho
y po bre del que él hie re con su ma no
que no hay po llo a quien hie ra a sí el mi la no
Habíase con él desembarcado
alguna de la gente que venía
en el navío a vueltas; un soldado,
por no sé qué temor, de él se huía;
por engaño y palabras ya tornado,
en dos partes por medio le partía,
y cuelga la mitad con la cabeza
en un palo, y en otro la otra pieza.
El piloto mayor y marineros
al viento dan las velas, temerosos
de ver aquestos locos desafueros,
y al Paraná se vienen recelosos,
dejándole con siete compañeros,
entre indios bautizados y amorosos.
En el navío dando vela al viento
a Santa Fe llegaron a contento.
Garay, que en la Asumpción estaba, arruina
a todos por el suelo, sin derecho
guardar, sino lo que él solo imagina
que puede convenir a su provecho,
y con una soberbia cruel, maligna,
encumbra su negocio hasta el techo,
y pobre del que él hiere con su mano,
que no hay pollo a quien hiera así el milano.
Habíase con él desembarcado
Alguna de la gente que venia
En el navío a vueltas: un soldado,
Por no sé que temor, de él se huia:
Por engaño y palabras ya tornado,
En dos partes por medio le partia,
Y cuelga la mitad con la cabeza
En un palo, y en otro la otra pieza.
El piloto mayor, y marineros
Al viento dan las velas, temerosos
De ver aquestos locos desafueros,
Y al Paraná se vienen recelosos.
Dejáronle con siete compañeros,
Entre indios bautizados y amorosos.
En el navío dando vela al viento,
A Santa-Fé llegaron a contento.
, que en la Asumpcion estaba, arruina
A todos por el suelo, sin derecho
Guardar, si no lo que él solo imagina
Que puede convenir a su provecho:
Y con una soberbia cruel, maligna
Encumbra su negocio hasta el techo,
Y pobre del que él hiere con su mano,
Que no hay pollo a quien hiera así el milano.