La cau sa de es te mal es el an chu ra
y li ber tad tan gran de per mi ti do
que ve mos u na gran de des ven tu ra
que la muy ba ja gen te es tan te ni da
co mo la que es más no ble de na tu ra
Es es ta co sa a llá tan co no ci da
que el za pa te ro vil y el cal ce te ro
se i gua la con el no ble ca ba lle ro
Pre gun tó un ca ba lle ro tru ji lla no
lla ma do Luis de Cha ves ce ce o so
a Her nan do Pi za rro cu yo her ma no
ven ci do fue de Gas ca el gran ma ño so
que si a llá en el Pe rú al que es vi lla no
y al que es hi dal go y hom bre ge ne ro so
les da ban sus me di das bien ca ba les
Pi za rro res pon dió que e ran i gua les
Buen si glo di jo el Cha ves a llá ten ga
en el Cie lo mi pa dre que ha de ja do
ha cien da en es ta tie rra a llá se a ven ga
a quel que por la pla ta a llá ha pa sa do
que en más es ti mo yo se de sa ven ga
con mi go a quel que en san gre no ha i gua la do
Que la pla ta con e sas con fe sio nes
no es pa ra quien tie ne pre sump cio nes
La causa de este mal es el anchura
y libertad tan grande permitido,
que vemos una grande desventura,
que la muy baja gente es tan tenida
como la que es más noble de natura.
Es esta cosa allá tan conocida,
que el zapatero vil y el calcetero
se iguala con el noble caballero.
Preguntó un caballero trujillano,
llamado Luis de Chaves, ceceoso,
a Hernando Pizarro, cuyo hermano
vencido fue de Gasca, el gran mañoso,
que si allá en el Perú al que es villano
y al que es hidalgo y hombre generoso
les daban sus medidas bien cabales;
Pizarro respondió que eran iguales.
"Buen siglo", dijo el Chaves, "allá tenga
en el Cielo mi padre, que ha dejado
hacienda en esta tierra; allá se avenga
aquel que por la plata allá ha pasado,
que en más estimo yo se desavenga
conmigo aquel que en sangre no ha igualado.
Que la plata con esas confesiones
no es para quien tiene presumpciones".
La causa de este mal es el anchura,
Y libertad tan grande permitida,
Que vemos una grande desventura,
Que la muy baja gente es tan tenida,
Como la que es mas noble de natura.
Es esta cosa allá tan conocida,
Que el zapatero vil y el calcetero
Se iguala con el noble caballero.
Preguntó un caballero Trugillano,
Llamado Luis de Chaves, ceceoso,
A , cuyo hermano
Vencido fué de , el gran mañoso:
Que si alla en el Perú, al que es villano
Y al que es hidalgo y hombre generoso,
Les daban sus medidas bien cabales;
respondió, que eran iguales.
Buen siglo, dijo el Chaves: allá tenga
En el Cielo mi padre, que ha dejado
Hacienda en esta tierra; allá se avenga
Aquel que por la plata allá ha pasado;
Que en mas estimo yo se desavenga
Conmigo aquel que en sangre no ha igualado;
Que la plata con esas confesiones
No es para quien tiene presumpciones.