Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

La ma no es tem blan do de es cri bi llo

mas cuen to con ver dad lo que de a

con lo ca pre sump ción a quel dia bli llo

que más que dia blo en to do pa re a

Los in dios co men za ron de se gui llo

por to das las co mar cas do ve a

a tra jo mu cha gen te a de gue rra

con que da ños ha a por la tie rra

De jan do pues su tie rra y pro pio a sien to

la tie rra a den tro vi no pre di can do

no que da de in dio al gún re par ti mien to

que no si ga su voz y cru do man do

Con es te im o pre gón y mal des cuen to

la tie rra se va to da le van tan do

no a cu de ya al ser vi cio que so a

que li ber tad a to dos pro me a

Man do les que can ta sen y bai la sen

de suer te que o tra co sa no ha an

y co mo los po bre tes ya de ja sen

de sem brar y co ger co mo so an

y lo en los can ta res se o cu pa sen

en los bai les de ham bre se mo an

can tán do les lo o res y a la ban zas

del O be ra mal di to y sus pu jan zas

La mano está temblando de escribillo,

mas cuento con verdad lo que decía

con loca presumpción aquel diablillo,

que más que diablo en todo parecía.

Los indios comenzaron de seguillo

por todas las comarcas do venía,

atrajo mucha gente así de guerra,

con que daños hacía por la tierra.

Dejando, pues, su tierra y propio asiento,

la tierra adentro vino predicando;

no queda de indio algún repartimiento

que no siga su voz y crudo mando.

Con este impío pregón y mal descuento

la tierra se va toda levantando,

no acude ya al servicio que solía,

que libertad a todos prometía.

Mandoles que cantasen y bailasen,

de suerte que otra cosa no hacían,

y como los pobretes ya dejasen

de sembrar y coger como solían,

y sólo en los cantares se ocupasen,

en los bailes de hambre se morían,

cantándoles loores y alabanzas

del Obera maldito y sus pujanzas.

La mano esta temblando de escribillo,

Mas cuento con verdad lo que decia

Con loca presumpcion aquel diablillo,

Que mas que diablo en todo parecia.

Los indios comenzaron de seguillo

Por todas las comarcas do venia,

Atrajo mucha gente así de guerra,

Con que daños hacia por la tierra.

Dejando, pues, su tierra y propio asiento,

La tierra adentro vino predicando:

No queda de indio algun repartimiento,

Que no siga su voz y crudo mando.

Con este impio pregon y mal descuento

La tierra se va toda levantando,

No acude ya al servicio que solia,

Que libertad a todos prometia.

Mandóles que cantasen y bailasen,

De suerte que otra cosa no hacian,

Y como los pobretes ya dejasen

De sembrar y cojer como solian,

Y solo en los cantares se ocupasen,

En los bailes de hambre se morian,

Cantandoles loores y alabanzas

Del maldito y sus pujanzas.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0