Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

To man do los sol da dos es ta fuen te

sus tien das y sus tol dos a sen ta ron

en tor no de la cual a le gre men te

del pro li jo ca mi no des can sa ron

De un bos que muy cer ca no de re pen te

dos in dios sa len fuer tes y lle ga ron

do es ta ba nues tra gen te re po san do

y de los dos el u no es ha blan do

A tan al ti vo di ce a tre vi mien to

no ha a de o fre cer se de sa o

mas cas ti go ha cer pa ra es car mien to

de vues tra pre sun ción y des va o

Por qué os o sáis me ter en es te a sien to

con tan fla ca pu jan za y po de o

Sa lid con lan za es pa da y con es cu do

que me bas ta es ta pi ca aun que des nu do

Pu dié ra mos tra er ar cos y fle chas

mas quie re el gran Ca ci que se an pro ba das

de vo so tros a ho ra es tas de re chas

que tie nen mil cer vi ces que bran ta das

Por tan to a pa ga réis tam bién las me chas

que son ar mas al fin a ven ta ja das

y con lan za y es pa da o a los bra zos

ha mo nos de pres to a quí pe da zos

Tomando los soldados esta fuente,

sus tiendas y sus toldos asentaron,

en torno de la cual alegremente

del prolijo camino descansaron.

De un bosque muy cercano de repente

dos indios salen fuertes, y llegaron

do estaba nuestra gente reposando,

y de los dos, el uno está hablando.

"A tan altivo", dice, "atrevimiento

no había de ofrecerse desafío,

mas castigo hacer para escarmiento

de vuestra presunción y desvarío.

¿Por qué os osáis meter en este asiento

con tan flaca pujanza y poderío?

Salid, con lanza, espada y con escudo,

que me basta esta pica, aunque desnudo."

"Pudiéramos traer arcos y flechas,

mas quiere el gran Cacique sean probadas

de vosotros ahora estas derechas,

que tienen mil cervices quebrantadas.

Por tanto apagaréis también las mechas,

que son armas al fin aventajadas,

y con lanza y espada, o a los brazos,

hagámonos de presto aquí pedazos."

Tomando los soldados esta fuente,

Sus tiendas y sus toldos asentaron;

Entorno de la cual, alegremente

Del prolijo camino descansaron.

De un bosque muy cercano de repente

Dos indios salen fuertes, y llegaron

Dó estaba nuestra gente reposando,

Y de los dos, el uno está hablando.

A tan altivo, dice, atrevimiento

No habia de ofrecerse desafio,

Mas castigo hacer para escarmiento

De vuestra presuncion y desvarío.

¿Porqué os osais meter en este asiento,

Con tan flaca pujanza, y poderío?

Salid, con lanza, espada, y con escudo,

Que me basta esta pica, aunque desnudo.

Pudiéramos traer arcos y flechas,

Mas quiere el gran Cacique sean probados

De vosotros ahora estas derechas,

Que tienen mil cervices quebrantadas.

Por tanto apagareis tambien las mechas,

Que son armas al fin aventajadas,

Y con lanza y espada, ó a los brazos

Hagamonos de presto aquí pedazos.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0