El bra vo Co ra cí al Es pe lu ca
con á ni mo bes tial en cru de ci do
le tie ne a mal tra er y a la bo ru ca
el sue lo su tro pel ha en ne gre ci do
Con fuer za con la pi ca le tra bu ca
el cris tia no con ma ña gua re ci do
se tu vo por que es tan do de ro di llas
a Co ra cí ha he ri do en las me ji llas
In ci so co mo ve que le fal ta ba
la me dia de la pi ca a su e ne mi go
con á ni mo ma yor más se a rro ja ba
y un gol pe le ti ró jun to al om bli go
Pi tum del co ra zón fuer zas sa ca ba
que no las tie ne to das ya con si go
y vién do se sin fuer zas y a co sa do
a los bra zos ve ní a de no da do
El cris tia no que sien te lo que quie re
por ver có mo se es ti ra y en de re za
con fuer za de al to a ba jo bien le hie re
y aun que el gol pe a rro ja ba a la ca be za
la ma no le cor tó Si no hu ye re
Pi tum ha de mo rir en bre ve pie za
mas él es tá tan cie go en no huir se
que más quie re mo rir que es ca bu llir se
El bravo Corací al Espeluca,
con ánimo bestial encrudecido,
le tiene a mal traer, y a la boruca
el suelo su tropel ha ennegrecido.
Con fuerza con la pica le trabuca
el cristiano con maña, guarecido
se tuvo, porque estando de rodillas
a Corací ha herido en las mejillas.
Inciso, como ve que le faltaba
la media de la pica a su enemigo,
con ánimo mayor más se arrojaba,
y un golpe le tiró junto al ombligo.
Pitum del corazón fuerzas sacaba,
que no las tiene todas ya consigo,
y viéndose sin fuerzas y acosado,
a los brazos venía denodado.
El cristiano, que siente lo que quiere
por ver cómo se estira y endereza,
con fuerza de alto abajo bien le hiere;
y aunque el golpe arrojaba a la cabeza,
la mano le cortó. Si no huyere
Pitum, ha de morir en breve pieza;
mas él está tan ciego en no huirse
que más quiere morir que escabullirse.
El bravo al ,
Con ánimo bestial encrudecido,
Le tiene a mal traer, y a la boruca,
El suelo su tropel ha ennegrecido.
Con fuerza con la pica le trabuca,
El cristiano con maña, guarecido
Se tuvo, porque estando de rodillas
A ha herido en las megillas.
, como vé que le faltaba
La media de la pica a su enemigo,
Con ánimo mayor mas se arrojaba,
Y un golpe le tiró junto al ombligo.
, del corazon fuerzas sacaba,
Que no las tiene todas ya consigo,
Y viéndose sin fuerzas y acosado,
A los brazos venia denodado.
El cristiano, que siente lo que quiere,
Por ver como se estira y endereza,
Con fuerza de alto abajo bien le hiere;
Y aunque el golpe arrojaba a la cabeza,
La mano le cortó. Si no huyere
ha de morir en breve pieza;
Mas él está tan ciego en no huirse
Que mas quiere morir que escabullirse.