Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Al fin co mo se ve sin u na ma no

y el do lor que pa de ce le a tor men ta

vol vien do las es pal das al cris tia no

el res to de la pi ca al sue lo a vien ta

Hu yen do va a gran prie sa por el lla no

que ya no se le a cuer da del a fren ta

el o tro que se vio sin Pi tum so lo

a prie ta con más fuer za que el E o lo

In ci so y Es pe lu ca mal he ri dos

que da ron y con fu sos de es te tran ce

por ver los e ne mi gos ya hui dos

sin que e llos pue dan ir les en al can ce

que el Ca pi tán pro be se an se gui dos

di cien do que bas ta ba el be llo lan ce

y que del he cho su yo fa ma y glo ria

me re cen pues que da ron con vic to ria

Pi tum y Co ra van sin pe re za

hu yen do co mo sue len de los la zos

las zo rras es ca par se con des tre za

ha cien do los cor de les cien pe da zos

A no te ner tal ma ña y li ge re za

que da ran he chos pie zas pies y bra zos

mas juz gan por más sa na la hui da

a true co de es ca par li bre la vi da

Al fin, como se ve sin una mano,

y el dolor que padece le atormenta,

volviendo las espaldas al cristiano,

el resto de la pica al suelo avienta.

Huyendo va a gran priesa por el llano,

que ya no se le acuerda del afrenta;

el otro, que se vio sin Pitum, solo,

aprieta con más fuerza que el Eolo.

Inciso y Espeluca, mal heridos

quedaron, y confusos de este trance

por ver los enemigos ya huidos

sin que ellos puedan irles en alcance,

que el Capitán prohíbe sean seguidos,

diciendo que bastaba el bello lance,

y que del hecho suyo, fama y gloria

merecen, pues quedaron con victoria.

Pitum y Corací van sin pereza

huyendo como suelen de los lazos

las zorras escaparse, con destreza,

haciendo los cordeles cien pedazos.

A no tener tal maña y ligereza,

quedaran hechos piezas, pies y brazos;

mas juzgan por más sana la huida,

a trueco de escapar libre la vida.

Al fin, como se vé sin una mano,

Y el dolor que padece le atormenta,

Volviendo las espaldas al cristiano,

El resto de la pica al suelo abienta.

Huyendo vá a gran priesa por el llano,

Que ya no se le acuerda del afrenta;

El otro, que se vió sin , solo,

Aprieta con mas fuerza que el Eolo.

y , mal heridos

Quedaron, y confusos de este trance,

Por ver los enemigos ya huidos,

Sin que ellos puedan irles en alcance;

Que el Capitan prohibe sean seguidos,

Diciendo que bastaba el bello lance,

Y que del hecho suyo, fama y gloria

Merecen, pues quedaron con victoria.

y van sin pereza

Huyendo, como suelen, de los lazos

Las zorras escaparse, con destreza,

Haciendo los cordeles cien pedazos.

A no tener tal maña y ligereza,

Quedáran hechos piezas, pies y brazos:

Mas juzgan por mas sana la huida,

A trueco de escapar libre la vida.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0