Al fin co mo se ve sin u na ma no
y el do lor que pa de ce le a tor men ta
vol vien do las es pal das al cris tia no
el res to de la pi ca al sue lo a vien ta
Hu yen do va a gran prie sa por el lla no
que ya no se le a cuer da del a fren ta
el o tro que se vio sin Pi tum so lo
a prie ta con más fuer za que el E o lo
In ci so y Es pe lu ca mal he ri dos
que da ron y con fu sos de es te tran ce
por ver los e ne mi gos ya hui dos
sin que e llos pue dan ir les en al can ce
que el Ca pi tán pro hí be se an se gui dos
di cien do que bas ta ba el be llo lan ce
y que del he cho su yo fa ma y glo ria
me re cen pues que da ron con vic to ria
Pi tum y Co ra cí van sin pe re za
hu yen do co mo sue len de los la zos
las zo rras es ca par se con des tre za
ha cien do los cor de les cien pe da zos
A no te ner tal ma ña y li ge re za
que da ran he chos pie zas pies y bra zos
mas juz gan por más sa na la hui da
a true co de es ca par li bre la vi da
Al fin, como se ve sin una mano,
y el dolor que padece le atormenta,
volviendo las espaldas al cristiano,
el resto de la pica al suelo avienta.
Huyendo va a gran priesa por el llano,
que ya no se le acuerda del afrenta;
el otro, que se vio sin Pitum, solo,
aprieta con más fuerza que el Eolo.
Inciso y Espeluca, mal heridos
quedaron, y confusos de este trance
por ver los enemigos ya huidos
sin que ellos puedan irles en alcance,
que el Capitán prohíbe sean seguidos,
diciendo que bastaba el bello lance,
y que del hecho suyo, fama y gloria
merecen, pues quedaron con victoria.
Pitum y Corací van sin pereza
huyendo como suelen de los lazos
las zorras escaparse, con destreza,
haciendo los cordeles cien pedazos.
A no tener tal maña y ligereza,
quedaran hechos piezas, pies y brazos;
mas juzgan por más sana la huida,
a trueco de escapar libre la vida.
Al fin, como se vé sin una mano,
Y el dolor que padece le atormenta,
Volviendo las espaldas al cristiano,
El resto de la pica al suelo abienta.
Huyendo vá a gran priesa por el llano,
Que ya no se le acuerda del afrenta;
El otro, que se vió sin , solo,
Aprieta con mas fuerza que el Eolo.
y , mal heridos
Quedaron, y confusos de este trance,
Por ver los enemigos ya huidos,
Sin que ellos puedan irles en alcance;
Que el Capitan prohibe sean seguidos,
Diciendo que bastaba el bello lance,
Y que del hecho suyo, fama y gloria
Merecen, pues quedaron con victoria.
y van sin pereza
Huyendo, como suelen, de los lazos
Las zorras escaparse, con destreza,
Haciendo los cordeles cien pedazos.
A no tener tal maña y ligereza,
Quedáran hechos piezas, pies y brazos:
Mas juzgan por mas sana la huida,
A trueco de escapar libre la vida.