Dos in dios a lla mar lo se par tie ron
por or den del ca ci que y man da mien to
Por la la gu na a den tro se me tie ron
a do el pa dre a los hi jos ju ra men to
les to ma de cum plir lo pro me tie ron
que mue ran en de fen sa de su a sien to
les di ce pues me jor es bue na muer te
que vil y de sas tra da y tris te suer te
Los men sa je ros die ron su re ca do
Cu re mo res pon dió mo des ta men te
que es ta ba en la la gu na ya a lo ja do
y que quie re me ter a llí su gen te
por no dar o ca sión a que el sol da do
le ha ga mal que lue go in con ti nen te
i rá al con se jo y jun ta con pres te za
Y su gen te re co ge sin pe re za
Sus mu je res e hi jos ha me ti do
en la la gu na a den tro y gran pan ta no
y co mo los de más lo han en ten di do
juz ga ron su con se jo por muy sa no
Y en tan to to dos ya se han re su mi do
que de paz re ci bie sen al cris tia no
mas que mu je res hi jos se me tie sen
a don de los cris tia nos no los vie sen
Dos indios a llamarlo se partieron
por orden del cacique y mandamiento.
Por la laguna adentro se metieron,
a do el padre a los hijos juramento
les toma (de cumplirlo prometieron)
que mueran en defensa de su asiento,
les dice, pues mejor es buena muerte,
que vil y desastrada y triste suerte.
Los mensajeros dieron su recado,
Curemo respondió modestamente
que estaba en la laguna ya alojado,
y que quiere meter allí su gente
por no dar ocasión a que el soldado
le haga mal; que luego incontinente
irá al consejo y junta con presteza.
Y su gente recoge sin pereza.
Sus mujeres e hijos ha metido
en la laguna adentro, y gran pantano,
y como los demás lo han entendido
juzgaron su consejo por muy sano.
Y en tanto todos ya se han resumido
que de paz recibiesen al cristiano;
mas que mujeres, hijos se metiesen
a donde los cristianos no los viesen.
Dos indios a llamarlo se partieron
Per órden del cacique y mandamiento:
Por la laguna adentro se metieron,
A dó el padre a los hijos juramento
Les toma (de cumplirlo prometieron)
Que mueren en defensa de su asiento,
Les dice, pues mejor es buena muerte,
Que vil, y desastrada y triste suerte.
Los mensageros dieron su recado,
respondió modestamente,
Que estaba en la laguna ya alojado,
Y que quiere meter allí su gente,
Por no dar ocasion a que el soldado
Le haga mal: que luego incontinente
Irá al consejo y junta con presteza;
Y su gente recoje sin pereza.
Sus mugeres é hijos ha metido
En la laguna adentro, y gran pantano,
Y como los demas lo han entendido
Juzgaron su consejo por muy sano.
Y en tanto todos ya se han resumido,
Que de paz recibiesen al cristiano;
Mas que mugeres, hijos se metiesen
A donde los cristianos no los viesen.