Con la pi ca le lle va gran ven ta ja
U ram bí a mas es tan a ni mo so
que los gol pes y bo tes le ba ra ja
con un ar did y es fuer zo va le ro so
De san gre el ver de pra do ya se cua ja
el Sol en cu bre el ros tro lu mi no so
vi nien do ya la no che obs cu re ci da
y no ve mos vic to ria co no ci da
Los jue ces los ven a la ma ña na
y por i gual los ha llan mal he ri dos
de com ba tir en tram bos tie nen ga na
y de fen der con fuer za sus par ti dos
Juz go se por me jor co sa y más sa na
que fue sen por sen ten cia con ven ci dos
que cier ta es a los dos am bos la muer te
vol vien do a la ba ta lla cru da y fuer te
Con tra al gu no juz gar na die se a tre ve
y sién do les juez ya se ña la do
a en tram bos di ce hon ra i gual se de be
y que es cual quie ra de llos buen sol da do
Nin gu no hay que el de cre to de sa prue be
y a sí di ce el juez muy de no da do
Lo que he di cho pro nun cio y lo sen ten cio
y pon go al ca so fin a quí y si len cio
Con la pica le lleva gran ventaja
Urambía, mas es tan animoso
que los golpes y botes le baraja
con un ardid y esfuerzo valeroso.
De sangre el verde prado ya se cuaja,
el Sol encubre el rostro luminoso
viniendo ya la noche obscurecida,
y no vemos victoria conocida.
Los jueces los ven a la mañana,
y por igual los hallan mal heridos;
de combatir entrambos tienen gana,
y defender con fuerza sus partidos.
Juzgose por mejor cosa y más sana
que fuesen por sentencia convencidos,
que cierta es a los dos ambos la muerte
volviendo a la batalla cruda y fuerte.
Contra alguno juzgar nadie se atreve,
y siéndoles juez ya señalado,
a entrambos, dice, honra igual se debe,
y que es cualquiera dellos buen soldado.
Ninguno hay que el decreto desapruebe,
y así dice el juez muy denodado:
"Lo que he dicho, pronuncio y lo sentencio,
y pongo al caso fin aquí y silencio".
Con la pica le lleva gran ventaja
Urambia; mas es tan animoso,
Que los golpes y botes le baraja,
Con un ardid y esfuerzo valeroso.
De sangre el verde prado ya se cuaja,
El Sol encubre el rostro luminoso,
Viniendo ya la noche obscurecida,
Y no vemos victoria conocida.
Los Jueces los ven a la mañana,
Y por igual los hallan mal heridos:
De combatir entrambos tienen gana,
Y defender con fuerza sus partidos.
Juzgóse por mejor cosa y mas sana,
Que fuesen por sentencia convencidos,
Que cierta es a los dos ambos la muerte,
Volviendo a la batalla cruda y fuerte.
Contra alguno juzgar nadie se atreve;
Y siéndoles juez ya señalado,
A entrambos, dice, honra igual se debe,
Y que es cualquiera dellos buen soldado.
Ninguno hay que el decreto desapruebe,
Y asi dice el Juez muy denodado,
Lo que he dicho, pronuncio y lo sentencio,
Y pongo al caso fin aqui y silencio.