Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Con la pi ca le lle va gran ven ta ja

U ram a mas es tan a ni mo so

que los gol pes y bo tes le ba ra ja

con un ar did y es fuer zo va le ro so

De san gre el ver de pra do ya se cua ja

el Sol en cu bre el ros tro lu mi no so

vi nien do ya la no che obs cu re ci da

y no ve mos vic to ria co no ci da

Los jue ces los ven a la ma ña na

y por i gual los ha llan mal he ri dos

de com ba tir en tram bos tie nen ga na

y de fen der con fuer za sus par ti dos

Juz go se por me jor co sa y más sa na

que fue sen por sen ten cia con ven ci dos

que cier ta es a los dos am bos la muer te

vol vien do a la ba ta lla cru da y fuer te

Con tra al gu no juz gar na die se a tre ve

y sién do les juez ya se ña la do

a en tram bos di ce hon ra i gual se de be

y que es cual quie ra de llos buen sol da do

Nin gu no hay que el de cre to de sa prue be

y a di ce el juez muy de no da do

Lo que he di cho pro nun cio y lo sen ten cio

y pon go al ca so fin a quí y si len cio

Con la pica le lleva gran ventaja

Urambía, mas es tan animoso

que los golpes y botes le baraja

con un ardid y esfuerzo valeroso.

De sangre el verde prado ya se cuaja,

el Sol encubre el rostro luminoso

viniendo ya la noche obscurecida,

y no vemos victoria conocida.

Los jueces los ven a la mañana,

y por igual los hallan mal heridos;

de combatir entrambos tienen gana,

y defender con fuerza sus partidos.

Juzgose por mejor cosa y más sana

que fuesen por sentencia convencidos,

que cierta es a los dos ambos la muerte

volviendo a la batalla cruda y fuerte.

Contra alguno juzgar nadie se atreve,

y siéndoles juez ya señalado,

a entrambos, dice, honra igual se debe,

y que es cualquiera dellos buen soldado.

Ninguno hay que el decreto desapruebe,

y así dice el juez muy denodado:

"Lo que he dicho, pronuncio y lo sentencio,

y pongo al caso fin aquí y silencio".

Con la pica le lleva gran ventaja

Urambia; mas es tan animoso,

Que los golpes y botes le baraja,

Con un ardid y esfuerzo valeroso.

De sangre el verde prado ya se cuaja,

El Sol encubre el rostro luminoso,

Viniendo ya la noche obscurecida,

Y no vemos victoria conocida.

Los Jueces los ven a la mañana,

Y por igual los hallan mal heridos:

De combatir entrambos tienen gana,

Y defender con fuerza sus partidos.

Juzgóse por mejor cosa y mas sana,

Que fuesen por sentencia convencidos,

Que cierta es a los dos ambos la muerte,

Volviendo a la batalla cruda y fuerte.

Contra alguno juzgar nadie se atreve;

Y siéndoles juez ya señalado,

A entrambos, dice, honra igual se debe,

Y que es cualquiera dellos buen soldado.

Ninguno hay que el decreto desapruebe,

Y asi dice el Juez muy denodado,

Lo que he dicho, pronuncio y lo sentencio,

Y pongo al caso fin aqui y silencio.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0