Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Ya gua ta de pres to se le o fre ce

con más de dos mil in dios de su ma no

por al rez le nom bra y lo me re ce

Con mil in dios a cu de Ta nim ba no

el gran Ca ya pey no des fa lle ce

I bi ri tam bién mo zo ga la no

a cu de a quél con mil me nos o chen ta

es to tro con dos cien tos y cin cuen ta

Ya ca y Ta pu cagn no se que da ron

que ca da u no tres cien tos y cin cuen ta

tra í a de es ta suer te se jun ta ron

al pie de cin co mil a bue na cuen ta

En la es ta ca da y fuer te se en ce rra ron

sin que sa lir al gu no se con sien ta

y si sa len al gu nos muy a í na

a cu den a la trom pa y la bo ci na

A con gran con ten to de se a ban

que ven ga el es pa ñol pa ra pro bar se

El tiem po no che y a lo gas ta ban

en su es ta ca da y fuer za y re pa rar se

la fle cha pi ca y dar do e jer ci ta ban

a sus so las pro cu ran en sa yar se

El ma ra ca bo ci na y a tam bo res

re sue nan por el bos que y re de do res

Yaguatatí de presto se le ofrece

con más de dos mil indios de su mano;

por alférez le nombra, y lo merece.

Con mil indios acude Tanimbano,

el gran Cayapey no desfallece;

Ibiriyú, también mozo galano,

acude aquél con mil menos ochenta,

estotro con doscientos y cincuenta.

Yacaré y Tapucagn no se quedaron,

que cada uno trescientos y cincuenta

traía; de esta suerte se juntaron

al pie de cinco mil a buena cuenta.

En la estacada y fuerte se encerraron,

sin que salir alguno se consienta;

y si salen algunos, muy aína

acuden a la trompa y la bocina.

Así con gran contento deseaban

que venga el español para probarse.

El tiempo, noche y día lo gastaban

en su estacada, y fuerza y repararse

la flecha, pica y dardo ejercitaban,

a sus solas procuran ensayarse.

El maraca, bocina, y atambores

resuenan por el bosque y rededores.

de presto se le ofrece

Con mas de dos mil indios de su mano:

Por alferez, le nombra, y lo merece.

Con mil indios acude ,

El gran no desfallece;

, tambien mozo galano,

Acude aquel con mil menos ochenta,

Estotro con doscientos y cincuenta.

y no se quedaron,

Que cada uno trescientos y cincuenta

Traia: de esta suerte se juntaron

Al pié de cinco mil a buena cuenta.

En la estacada y fuerte se encerraron,

Sin que salir alguno se consienta:

Y si salen algunos, muy aína

Acuden a la trompa y la bocina.

Asi con gran contento deseaban

Que venga el español para probarse;

El tiempo, noche y dia lo gastaban

En su estacada, y fuerza y repararse.

La flecha, pica y dardo ejercitaban,

A sus solas procuran ensayarse.

El maraca, bocina, y atambores

Resuenan por el bosque y rededores.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0