Ya gua ta tí de pres to se le o fre ce
con más de dos mil in dios de su ma no
por al fé rez le nom bra y lo me re ce
Con mil in dios a cu de Ta nim ba no
el gran Ca ya pey no des fa lle ce
I bi ri yú tam bién mo zo ga la no
a cu de a quél con mil me nos o chen ta
es to tro con dos cien tos y cin cuen ta
Ya ca ré y Ta pu cagn no se que da ron
que ca da u no tres cien tos y cin cuen ta
tra í a de es ta suer te se jun ta ron
al pie de cin co mil a bue na cuen ta
En la es ta ca da y fuer te se en ce rra ron
sin que sa lir al gu no se con sien ta
y si sa len al gu nos muy a í na
a cu den a la trom pa y la bo ci na
A sí con gran con ten to de se a ban
que ven ga el es pa ñol pa ra pro bar se
El tiem po no che y dí a lo gas ta ban
en su es ta ca da y fuer za y re pa rar se
la fle cha pi ca y dar do e jer ci ta ban
a sus so las pro cu ran en sa yar se
El ma ra ca bo ci na y a tam bo res
re sue nan por el bos que y re de do res
Yaguatatí de presto se le ofrece
con más de dos mil indios de su mano;
por alférez le nombra, y lo merece.
Con mil indios acude Tanimbano,
el gran Cayapey no desfallece;
Ibiriyú, también mozo galano,
acude aquél con mil menos ochenta,
estotro con doscientos y cincuenta.
Yacaré y Tapucagn no se quedaron,
que cada uno trescientos y cincuenta
traía; de esta suerte se juntaron
al pie de cinco mil a buena cuenta.
En la estacada y fuerte se encerraron,
sin que salir alguno se consienta;
y si salen algunos, muy aína
acuden a la trompa y la bocina.
Así con gran contento deseaban
que venga el español para probarse.
El tiempo, noche y día lo gastaban
en su estacada, y fuerza y repararse
la flecha, pica y dardo ejercitaban,
a sus solas procuran ensayarse.
El maraca, bocina, y atambores
resuenan por el bosque y rededores.
de presto se le ofrece
Con mas de dos mil indios de su mano:
Por alferez, le nombra, y lo merece.
Con mil indios acude ,
El gran no desfallece;
, tambien mozo galano,
Acude aquel con mil menos ochenta,
Estotro con doscientos y cincuenta.
y no se quedaron,
Que cada uno trescientos y cincuenta
Traia: de esta suerte se juntaron
Al pié de cinco mil a buena cuenta.
En la estacada y fuerte se encerraron,
Sin que salir alguno se consienta:
Y si salen algunos, muy aína
Acuden a la trompa y la bocina.
Asi con gran contento deseaban
Que venga el español para probarse;
El tiempo, noche y dia lo gastaban
En su estacada, y fuerza y repararse.
La flecha, pica y dardo ejercitaban,
A sus solas procuran ensayarse.
El maraca, bocina, y atambores
Resuenan por el bosque y rededores.