Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Ya gua ta en un pun to em bra ve ci do

co mo to ro muy bra vo de Xa ra ma

en tre los es pa ño les se ha me ti do

y le le al en cuen tro Val de rra ma

y O su na de los cua les mal he ri do

los dien tes re chi nan do bu fa y bra ma

y di ce Por ma tar me sa tis fe chos

no vais y me te el dar do por su pe cho

Luis Mar tín con á ni mo lo za no

en cuen tra a May ra y de es to ca da

por los pe chos le hie re y da en el lla no

el in dio y al ca er que bró la es pa da

que no pu do sa car la el tru ji lla no

se gún es ta ba fi ja y en cla va da

La ma ca na del in dio tor na pres to

con que pien sa ven cer a to do el res to

Cas ti llo con su es pa da y la ro de la

a dies tro y a si nies tro va hi rien do

Cu ya pei en he rir le se des ve la

y vien do que le a cier ta va hu yen do

A co mo lo vi do Va len zue la

tras el in dio con fu ria fue co rrien do

el true co le dio lue go del fle cha zo

y en tie rra le ten dió de un pe lo ta zo

Yaguatatí en un punto embravecido

como toro muy bravo de Xarama,

entre los españoles se ha metido,

y sálele al encuentro Valderrama

y Osuna, de los cuales mal herido,

los dientes rechinando, bufa y brama,

y dice: "Por matarme satisfechos

no vais", y mete el dardo por su pecho.

Luis Martín, con ánimo lozano

encuentra a Mayrayú, y de estocada

por los pechos le hiere y da en el llano

el indio, y al caer quebró la espada,

que no pudo sacarla el trujillano

según estaba fija y enclavada.

La macana del indio torna presto

con que piensa vencer a todo el resto.

Castillo, con su espada y la rodela,

a diestro y a siniestro va hiriendo;

Cuyapei en herirle se desvela,

y viendo que le acierta, va huyendo.

Así como lo vido Valenzuela,

tras el indio con furia fue corriendo;

el trueco le dio luego del flechazo,

y en tierra le tendió de un pelotazo.

en un punto embravecido

Como toro muy bravo de Xarama,

Entre los españoles se ha metido,

Y sálele al encuentro ,

Y , de los cuales mal herido

Los dientes rechinando, bufa y brama,

Y dice: por matarme satisfechos

No vais; y mete el dardo por su pecho.

Luis Martin, con animo lozano

Encuentra a Mayrayú, y de estocada

Por los pechos le hiere, y dá en el llano

El indio, y al caer quebro la espada;

Que no pudo sacarla el trugillano,

Segun estaba fija y enclavada;

La macana del indio toma presto,

Con que piensa vencer a todo el resto.

Castillo, con su espada, y la rodela,

A diestro y a siniestro va hiriendo;

en herirle se desvela,

Y viendo que le acierta, vá huyendo.

Así como lo vido ,

Tras el indio con furia fue corriendo:

El trueco le dió luego del flechazo,

Y en tierra le tendió de un pelotazo.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0