Canto vigésimo primero
Puebla Garay a Buenos Aires; levántanse en Santa Fe los mestizos y eligen por su General a Cristóval de Arévalo, el cual, alumbrado de Dios, cortó las cabezas a los principales del motín y restituyó al Rey su tierra.
Mi ron ca voz des ma ya des que sien to
el bra vo la be rin to en que me me to
ha bien do de es cri bir el al za mien to
de la gen te so ber bia que pro me to
que si du ra ra a quel le van ta mien to
un mes to do el Pe rú fue ra su je to
a la dic ción y man do de ti ra nos
son só lo la o ca sión de es tos li via nos
Ha bien do de la gue rra des cen di do
po blar a Bue nos Ai res fue a cor da do
De la A sump ción Ga ray hu bo sa li do
de to dos a dhe ren tes a pres ta do
con él mu chos sol da dos han ve ni do
y ha bien do en San ta Fe de sem bar ca do
a llí es tu vie ron dí as es pe ran do
los ca ba llos que vie nen ca mi nan do
Mi ronca voz desmaya desque siento
el bravo laberinto en que me meto,
habiendo de escribir el alzamiento
de la gente soberbia; que prometo
que si durara aquel levantamiento
un mes, todo el Perú fuera sujeto
a la dicción y mando de tiranos
son sólo la ocasión de estos livianos.
Habiendo de la guerra descendido,
poblar a Buenos Aires fue acordado.
De la Asumpción Garay hubo salido,
de todos adherentes aprestado;
con él muchos soldados han venido,
y habiendo en Santa Fe desembarcado,
allí estuvieron días esperando
los caballos, que vienen caminando.
Puebla a Buenos Aires:
levantase en Santa-Fé los Mestizos
y eligen por su General a
; el cual alumbrado de
Dios, cortó las cabezas a los principales
del motin, y restituyó
al
Rey su tierra.
Mi ronca voz desmaya, desque siento
El bravo laberinto en que me meto,
Habiendo de escribir el alzamiento
De la gente soberbia; que prometo,
Que si durára aquel levantamiento
Un mes, todo el Perú fuera sujeto
A la diccion y mando de tiranos,
Con solo la ocasion de estos livianos.
Habiendo de la guerra descendido,
Poblar a Buenos Aires fue acordado:
De la Asumpcion hubo salido,
De todos adherentes aprestado;
Con él muchos soldados han venido,
Y habiendo en Santa-Fé desembarcado,
Alli estuvieron dias esperando,
Los caballos, que vienen caminando.