Ser vi cio al gran Vi rrey di cen ha re mos
en pren der a Ga ray ma lo y tra vie so
y li bres des te ca so que da re mos
si al Vi rrey le en via mos pres to pre so
Del ca so a Tu cu mán a vi sa re mos
que no pue de ve nir nos mal su ce so
A Vi llal ta y Ruiz por men sa je ros
al A bre go des pa chan muy li ge ros
Por dos ve ces o tres se han car te a do
y en bre ve se ha for ja do la ma ra ña
Lo que A bre go con e llos ha tra ta do
no sé de cir que u só siem pre de ma ña
U na no che con car tas han lle ga do
y al pun to con ti ra na y cru da sa ña
per die ron al Te nien te y a O li ve ra
Al cal de y a un so bri no del buen Ve ra
En ca sa de Ve nial vo se jun ta ron
con co tas ar ca bu ces mo rrio nes
a la gen te ple be ya con vo ca ron
con sus fin gi das cau sas y ra zo nes
Su mal di to de sig no con fir ma ron
ven ci dos de li via nas pre ten sio nes
su mu jer al de Lei va le de cí a
que su pes cue zo a es par to ya le o lí a
"Servicio al gran Virrey", dicen, "haremos
en prender a Garay malo y travieso,
y libres deste caso quedaremos,
si al Virrey le enviamos presto preso.
Del caso a Tucumán avisaremos,
que no puede venirnos mal suceso".
A Villalta y Ruiz por mensajeros
al Abrego despachan muy ligeros.
Por dos veces o tres se han carteado,
y en breve se ha forjado la maraña.
Lo que Abrego con ellos ha tratado
no sé decir, que usó siempre de maña.
Una noche con cartas han llegado,
y al punto con tirana y cruda saña
perdieron al Teniente, y a Olivera,
Alcalde, y a un sobrino del buen Vera.
En casa de Venialvo se juntaron
con cotas, arcabuces, morriones;
a la gente plebeya convocaron
con sus fingidas causas y razones.
Su maldito designo confirmaron,
vencidos de livianas pretensiones;
su mujer al de Leiva le decía
que su pescuezo a esparto ya le olía.
Servicio al gran Virrey, dicen, haremos
En prender a malo y travieso,
Y libres deste caso quedaremos,
Si al Virrey le enviamos presto preso.
Del caso a Tucuman avisaremos,
Que no puede venirnos mal suceso:
A y por mensageros
Al despachan muy ligeros.
Por dos veces o tres se han carteado,
Y en breve se ha forjado la maraña:
Lo que con ellos ha tratado
No sé decir, que uso siempre de maña.
Una noche con cartas han llegado,
Y al punto con tirana y cruda saña
Prendieron al teniente, y a
Alcalde, y a un sobrino del buen .
En casa de se juntaron
Con cotas, arcabuces, morriones:
A la gente plebeya convocaron,
Con sus fingidas causas y razones.
Su maldito designo confirmaron,
Vencidos de livianas pretensiones,
Su muger al de le decia,
Que su pescuezo a esparto ya le olia.