Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

La tur ba ción y prie sa yo de ci lla

aun que quie ra ha cer un lar go can to

no po dré ca bal ga ba u no sin si lla

el o tro aun que con si lla con es pan to

el o tro i ba sin fre no en su ba qui lla

el pe ca dor te a y el más san to

al fin to dos es ta ban te me ro sos

y de fu tu ros ma les re ce lo sos

Los ne gros la o ca sión con si de ra ron

y a cuer dan en tre sí un ar did fa mo so

los fre nos a sus a mos les hur ta ron

ar did su til de gue rra y pe li gro so

En tre e llos el con cier to fa bri ca ron

con á ni mo mal di to y a le vo so

pen san do que Fran cis co a llí vi nie ra

y en li ber tad a to dos les pu sie ra

Sus a mos los ca ba llos en si lla ban

a gran prie sa de mie do to dos lle nos

y las es pue las cal zan y to ma ban

las lan zas en las ma nos mas los fre nos

no ha llan aun que más los pro cu ra ban

que fue con cier to he cho de mo re nos

que al blan co tie nen tan tos de sa mo res

cuan to son di fe ren tes las co lo res

La turbación y priesa yo decilla,

aunque quiera hacer un largo canto,

no podré; cabalgaba uno sin silla,

el otro aunque con silla con espanto,

el otro iba sin freno en su baquilla,

el pecador temía, y el más santo;

al fin todos estaban temerosos

y de futuros males recelosos.

Los negros la ocasión consideraron,

y acuerdan entre sí un ardid famoso:

los frenos a sus amos les hurtaron,

ardid sutil de guerra y peligroso.

Entre ellos el concierto fabricaron

con ánimo maldito y alevoso,

pensando que Francisco allí viniera

y en libertad a todos les pusiera.

Sus amos los caballos ensillaban

a gran priesa, de miedo todos llenos,

y las espuelas calzan, y tomaban

las lanzas en las manos, mas los frenos

no hallan, aunque más los procuraban,

que fue concierto hecho de morenos

que al blanco tienen tantos desamores

cuanto son diferentes las colores.

La turbacion y priesa yo decilla,

Aunque quiera hacer un largo canto,

No podré: cabalgaba uno sin silla,

El otro aunque con silla con espanto,

El otro iba sin freno en su baquilla,

El pecador temía, y el mas santo:

Al fin todos estaban temerosos,

Y de futuros males recelosos.

Los negros la ocasion consideraron,

Y acuerdan entre sí un ardid famoso:

Los frenos a sus amos les hurtaron,

Ardid sutil de guerra y peligroso.

Entre ellos el concierto fabricaron,

Con animo maldito y alevoso,

Pensando que allí viniera,

Y en libertad a todos les pusiera.

Sus amos los caballos ensillaban

A gran priesa, de miedo todos llenos,

Y las espuelas calzan, y tomaban

Las lanzas en las manos: mas los frenos

No hallan, aunque mas los procuraban;

Que fué concierto hecho de morenos,

Que al blanco tienen tantos desamores,

Cuanto son diferentes las colores.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0