Ca tó li ca y be a ta gran co ro na
de e jem plo y de vir tud rei na I sa be la
de quien su e ter na fa ma bien pre go na
que so bre el can de le ro fue can de la
Di jis teis gran Se ño ra a u na per so na
quien hay que de tal co sa no se due la
de fir me za no ha brá so los ma ti ces
a do el ár bol no cu bre sus ra í ces
No es jus to ya tra tar más de fir me za
ma yor men te de da mas pues por ga la
ya tie nen la mu dan za y por ba je za
en tre e llas ya se juz ga y co sa ma la
guar dar la fe al ga lán que es gran pro e za
e char le al me jor tiem po en ho ra ma la
Que en re me dio de a mo res han le í do
que al a mor nue vo a mor ha so co rri do
Y por que dis gus ta das más no se an
las da mas de es te can to y de mi ri ma
el si guien te les pi do yo que le an
que en él he de tra tar co sas de Li ma
A vuel tas del Con ci lio quie ro ve an
que hay en el Pe rú da mas de es ti ma
que no es en es ta his to ria mi de sig no
qui tar de su va lor al ru bí fi no
Católica y beata, gran corona
de ejemplo y de virtud, reina Isabela,
de quien su eterna fama bien pregona
que sobre el candelero fue candela.
Dijisteis, gran Señora, a una persona
(quien hay que de tal cosa no se duela)
de firmeza no habrá solos matices
a do el árbol no cubre sus raíces.
No es justo ya tratar más de firmeza,
mayormente de damas, pues por gala
ya tienen la mudanza, y por bajeza
entre ellas ya se juzga, y cosa mala,
guardar la fe al galán, que es gran proeza
echarle al mejor tiempo en hora mala.
Que en remedio de amores han leído,
que al amor, nuevo amor ha socorrido.
Y porque disgustadas más no sean
las damas de este canto y de mi rima,
el siguiente les pido yo que lean,
que en él he de tratar cosas de Lima.
A vueltas del Concilio quiero vean
que hay en el Perú damas de estima,
que no es en esta historia mi designo
quitar de su valor al rubí fino.
Catolica y beata gran corona
De exemplo y de virtud, ,
De quien su eterna fama bien pregona,
Que sobre el candelero fué candela:
Dijistes, gran Señora, a una persona
(Quien hay que de tal cosa no se duela)
De firmeza no habrá solos matices,
A dó el árbol no cubre sus raices.
No es justo ya tratar mas de firmeza,
Mayormente de damas, pues por gala
Ya tienen la mudansa, y por bajeza
Entre ellas ya se juzga, y cosa mala
Guardar la fé al galan, que es gran proeza,
Echarle al mejor tiempo en hora mala:
Que en remedio de amores han leido,
Que al amor, nuevo amor ha socorrido.
Y porque disgustudas mas no sean
Las damas de este canto y de mi rima,
El siguiente les pido yo que lean,
Que en él he de tratar cosas de Lima.
A vueltas del Concilio quiero vean,
Que hay en el Perú damas de estima;
Que no es en esta historia mi designo
Quitar de su valor al rubí fino.