Te ní a en el Vi rrey gran con fian za
la gen te que al del Cuz co per se guí a
te mien do del de Cuz co la pu jan za
al Ar zo bis po el Lu cio le tra í a
muy cie go por te ner de él con fian za
y a sí cuan to le di ce lo cre í a
Por su mal pa re cer y mal con se jo
al Con ci lio no vie ne Mo gro ve jo
Los o bis pos a quí le re qui rie ron
que al Con ci lio pre si da co mo sue le
a la i gle sia los cua tro se vi nie ron
Al Lu cio le con vie ne a ho ra que ve le
en tre él y el Ar zo bis po res pon die ron
El al ma y co ra zón a to dos due le
por ver tal di sen sión a sí tra ba da
en tre o bis pos por Lu cio en ca de na da
En con tra a San Mi guel bien se mos tra ba
del pa re cer de to dos los pre la dos
al Ar zo bis po él so lo se jun ta ba
Mas a a que llos que fue ron con gre ga dos
el Ar zo bis po pres to ex co mul ga ba
y en ta bli llas los po ne de cla ra dos
En a ques to el de Qui to muer to ha bí a
y Gra ne ro de go ta pa de cí a
Tenía en el Virrey gran confianza
la gente, que al del Cuzco perseguía;
temiendo del de Cuzco la pujanza,
al Arzobispo el Lucio le traía
muy ciego, por tener de él confianza,
y así cuanto le dice lo creía.
Por su mal parecer y mal consejo,
al Concilio no viene Mogrovejo.
Los obispos aquí le requirieron
que al Concilio presida, como suele;
a la iglesia los cuatro se vinieron.
Al Lucio le conviene ahora que vele;
entre él y el Arzobispo respondieron.
El alma y corazón a todos duele
por ver tal disensión así trabada
entre obispos, por Lucio encadenada.
En contra a San Miguel bien se mostraba
del parecer de todos los prelados,
al Arzobispo él solo se juntaba.
Mas a aquellos que fueron congregados,
el Arzobispo presto excomulgaba,
y en tablillas los pone declarados.
En aquesto el de Quito muerto había,
y Granero de gota padecía.
Tenia en el Virrey gran confianza
La gente, que al del Cuzco perseguia;
Temiendo del de Cuzco la pujanza,
Al Arzobispo el le traia
Muy ciego, por tener de él confianza;
Y así cuanto le dice lo creia.
Por su mal parecer y mal consejo,
Al Concilio no viene .
Los Obispos aquí le requirieron,
Que al Concilio presida, como suele,
A la iglesia los cuatro se vinieron:
Al le conviene ahora que vele;
Entre él y el Arzobispo respondieron.
El alma y corazon a todos duele,
Por ver tal disencion así trabada
Entre Obispos, por encadenada.
En contra a bien se mostraba
Del parecer de todos los prelados:
Al Arzobispo él solo se juntaba;
Mas a aquellos que fueron congregados,
El Arzobispo presto excomulgaba,
Y en tablillas los pone declarados.
En aquesto el de Quito muerto habia,
Y de gota padecia.