Por las ca lles y pla za a las ven ta nas
se po nen que es con ten to de mi rar las
con ri cos a de re zos muy ga la nas
y pue den los que quie ren bien ha blar las
no se mues tran es qui vas ni ti ra nas
que es cu chan a quien quie re re que brar las
y di cen so el re bo zo chis te ci llos
con que en ga ñan a ve ces a bo bi llos
De a ques ta li ber tad y gran sol tu ra
el li men se Con ci lio fue in for ma do
Que rien do re for mar es ta lo cu ra
y a bu so tan pes tí fe ro y mal va do
pu bli ca con ri gor u na cen su ra
so pe na de la cual les fue man da do
a las da mas sus ros tros des cu brie sen
o al me nos a las fies tas no sa lie sen
No fue po ca la pe na que sin tie ron
las da mas de se ver a sí pri va das
del re bo zo por don de se es tu vie ron
en sus ca sas al gu nas en ce rra das
Al fin de a ques ta suer te o be de cie ron
las u nas mas las o tras des ta pa das
sa lie ron a las fies tas muy cos to sas
pu li das y ga la nas y her mo sas
Por las calles y plaza a las ventanas
se ponen, que es contento de mirarlas,
con ricos aderezos, muy galanas,
y pueden los que quieren bien hablarlas,
no se muestran esquivas, ni tiranas,
que escuchan a quien quiere requebrarlas,
y dicen so el rebozo chistecillos
con que engañan a veces a bobillos.
De aquesta libertad y gran soltura
el limense Concilio fue informado.
Queriendo reformar esta locura
y abuso tan pestífero y malvado,
publica con rigor una censura
so pena de la cual les fue mandado
a las damas sus rostros descubriesen,
o al menos a las fiestas no saliesen.
No fue poca la pena que sintieron
las damas de se ver así privadas
del rebozo, por donde se estuvieron
en sus casas algunas encerradas.
Al fin de aquesta suerte obedecieron
las unas, mas las otras destapadas
salieron a las fiestas muy costosas,
pulidas y galanas y hermosas.
Por las calles y plaza a las ventanas
Se ponen, que es contento de mirarlas:
Con ricos aderezos, muy galanas,
Y pueden los que quieren bien hablarlas,
No se muestran esquivas, ni tiranas,
Que escuchan a quien quiere requebrarlas,
Y dicen só el rebozo chistecillos,
Con que engañan a veces a bobillos.
De aquesta libertad y gran soltura
El Limense Concilio fué informado:
Queriendo reformar esta locura,
Y abuso tan pestifero y malvado,
Publica con rigor una censura
Só pena de la cual les fué mandado,
A las damas sus rostros descubriesen,
A al menos a las fiestas no saliesen.
No fué poca la pena que sintieron
Las damas, de se ver así privadas
Del rebozo, por donde se estuvieron
En sus casas algunas encerradas.
Al fin de aquesta suerte obedecieron
Las unas, mas las otras destapadas
Salieron a las fiestas muy costosas,
Pulidas, y galanas y hermosas.