Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Do ña Be a triz la Co ya en es to ha i do

a Li ma do se ha lla gran se ño ra

por ha ber el bau tis mo re ci bi do

bien mues tra ser del In ca su ce so ra

Al muy sa bio Lo yo la por ma ri do

le cu po de quien es me re ce do ra

Do ña Lui sa es ta ba cer ca de e lla

de U llo a com pa ñe ra cla ra es tre lla

De je mos de con tar las u na a u na

por que e ra me nes ter un lar go can to

y más que en to das e llas no hay al gu na

que no ten ga mil gra cias y es to tan to

que pa ra a me dia no che a llí la lu na

y el sol a me dio a tan to cuan to

por co brar nue va luz y res plan do res

de las da mas de Li ma y sus pri mo res

Pues oi gan los ga la nes a mo ro sos

y tem plen su con ten to En Chu quia go

su ce dió en es tos tiem pos tan go zo sos

un ex tra ño pro di gio y gran es tra go

Por ci ma de u nos ce rros ba rran co sos

a rran can do del to do un gran de la go

un te rre mo to bi to lo a vien ta

y en o tro lu gar nue vo lo a po sen ta

Doña Beatriz la Coya en esto ha ido

a Lima, do se halla gran señora

por haber el bautismo recibido,

bien muestra ser del Inca sucesora.

Al muy sabio Loyola por marido

le cupo, de quien es merecedora.

Doña Luisa estaba cerca de ella,

de Ulloa compañera, clara estrella.

Dejemos de contarlas una a una,

porque era menester un largo canto,

y más que en todas ellas no hay alguna

que no tenga mil gracias; y esto tanto,

que para a media noche allí la luna,

y el sol a medio día, tanto cuanto

por cobrar nueva luz y resplandores

de las damas de Lima y sus primores.

Pues oigan los galanes amorosos,

y templen su contento. En Chuquiago

sucedió en estos tiempos tan gozosos

un extraño prodigio y gran estrago.

Por cima de unos cerros barrancosos,

arrancando del todo un grande lago,

un terremoto súbito lo avienta

y en otro lugar nuevo lo aposenta.

Doña en esto ha ido

A Lima, dó se halla gran Señora,

Por haber el bautismo recibido:

Bien muestra ser del sucesora.

Al muy sábio por marido

Le cupo, de quien es merecedora.

Doña estaba cerca de ella,

De compañera, clara estrella.

Dejemos de contarlas una a una,

Porque era menester un largo canto,

Y mas que en todas ellas no hay alguna,

Que no tenga mil gracias; y esto tanto,

Que pára a media noche allí la luna,

Y el sol a medio dia, tanto cuanto

Por cobrar nueva luz y resplandores

De las damas de Lima y sus primores.

Pues oigan los galanes amorosos,

Y templen su contento. En Chuquiago

Sucedió en estos tiempos tan gozosos,

Un estraño prodigio y gran estrago.

Por cima de unos cerros barrancosos,

Arrancando del todo un grande lago,

Un terremoto súbito lo avienta,

Y en otro lugar nuevo lo aposenta.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0