Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Mu rie ron cua tro cien tos na tu ra les

en so lo a ques te pue blo en des po bla do

mu rie ron o tros mu chos y a ni ma les

sil ves tres y do més ti co ga na do

Con es tos te rre mo tos y se ña les

al pue blo y Pe vi des con so la do

y mu chos di cen ya quie re a ca bar se

el mun do y el jui cio a pre su rar se

Y no se que Li ma sin su suer te

de pe na en es te tiem po se me jan te

que un te rre mo to gran de cru do y fuer te

su ce de u na ma ña na en un ins tan te

No hay hom bre que a sa lir de ca sa a cier te

y a quel que co rre más sa le de lan te

no es pe ra la mu jer a su ma ri do

la ma dre de ja al hi jo muy que ri do

De ca sa ha a sa li do muy tem pra no

por que en di cien do mi sa me o cu pa ba

en con ci lio por ser Ar ce dia no

Mi mu la de re pen te a pre su ra ba

co rrien do y en pa rar la me e ra en va no

que el mie do del tem blor la des qui ta ba

Co rrió con las o re jas a gu za das

y a í nas me que bra ra las qui ja das

Murieron cuatrocientos naturales

en solo aqueste pueblo; en despoblado

murieron otros muchos, y animales

silvestres y doméstico ganado.

Con estos terremotos y señales

al pueblo y Perú vi desconsolado,

y muchos dicen ya quiere acabarse

el mundo, y el juicio apresurarse.

Y no se quedó Lima sin su suerte

de pena en este tiempo semejante,

que un terremoto grande, crudo y fuerte

sucede una mañana en un instante.

No hay hombre que a salir de casa acierte,

y aquel que corre más sale delante;

no espera la mujer a su marido,

la madre deja al hijo muy querido.

De casa había salido muy temprano,

porque en diciendo misa me ocupaba

en concilio, por ser Arcediano.

Mi mula de repente apresuraba

corriendo, y en pararla me era en vano,

que el miedo del temblor la desquitaba.

Corrió con las orejas aguzadas,

y aínas me quebrara las quijadas.

Murieron cuatrocientos naturales

En solo aqueste pueblo, en despoblado

Murieron otros muchos, y animales

Silvestres, y domestico ganado.

Con estos terremotos y señales,

Al pueblo y Perú ví desconsolado,

Y muchos dicen, ya quiere acabarse

El mundo, y el juicio apresurarse.

Y no se quedo Lima sin su suerte

De pena en este tiempo semejante,

Que un terremoto grande, crudo y fuerte

Sucede una mañana en un instante:

No hay hombre que a salir de casa acierte,

Y aquel que corre mas sale delante;

No espera la muger a su marido,

La madre deja al hijo muy querido.

De casa habia salido muy temprano,

Porque en diciendo misa me ocupaba

En concilio, por ser Arcediano.

Mi mula de repente apresuraba,

Corriendo, y en pararla me era en vano,

Que el miedo del temblor la desquitaba:

Corrio con las orejas aguzadas,

Y ainas me quebrára las quijadas.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0