Fran cis co co mo di je lo a tra vie sa
y en Li ma dio re ba te al de To le do
El des cui do no dio lu gar a prie sa
cau só tam bién su par te el gra ve mie do
de a que lla gran des di cha tan a vie sa
Si lo que se so na ba de cir pue do
Fran cis co a llá la vi da bien de ja ra
si de o tra suer te el ca so se guia ra
Pues i do de las ma nos el co ne jo
to man do de Fran cis co el es car mien to
juz go se por ma du ro y buen con se jo
del Es tre cho ha cer des cu bri mien to
O fré ce se que dán do le a pa re jo
a Cas ti lla por él i rá de re cho
Des pá cha le el Vi rrey que no de bie ra
mo vi do de Sar mien to y su qui me ra
Al fin Sar mien to sa le per tre cha do
de Li ma de lo que e ra ne ce sa rio
de su sa ber y es tre llas con fia do
sin te mor o re ce lo de cor sa rio
El Ma ga llán Es tre cho ya em bo ca do
con un á ni mo cier to te me ra rio
al mar del nor te sa le te me ro so
te nién do se en a ques to por di cho so
Francisco, como dije, lo atraviesa,
y en Lima dio rebate al de Toledo.
El descuido no dio lugar a priesa,
causó también su parte el grave miedo
de aquella gran desdicha tan aviesa.
Si lo que se sonaba decir puedo,
Francisco allá la vida bien dejara,
si de otra suerte el caso se guiara.
Pues ido de las manos el conejo,
tomando de Francisco el escarmiento,
juzgose por maduro y buen consejo
del Estrecho hacer descubrimiento.
Ofrécese que, dándole aparejo,
a Castilla por él irá derecho.
Despáchale el Virrey, que no debiera,
movido de Sarmiento y su quimera.
Al fin Sarmiento sale pertrechado
de Lima de lo que era necesario,
de su saber y estrellas confiado,
sin temor o recelo de corsario.
El Magallán Estrecho ya embocado,
con un ánimo cierto, temerario,
al mar del norte sale temeroso,
teniéndose en aquesto por dichoso.
, como dije, la atraviesa,
Y en Lima dió rebate al de :
El descuido no dió lugar a priesa;
Causo tambien su parte el grave miedo
De aquella gran desdicha tan aviesa:
Si lo que se sonaba decir puedo,
alla la vida bien dejára,
Si de otra suerte el caso se guiara.
Pues ido de las manos el conejo,
Tomando de el escarmiento,
Juzgose por maduro y buen consejo
Del Estrecho hacer descubrimiento:
Ofrécese, que dándole aparejo,
A Castilla pos él irá derecho:
Despáchale el Virrey, que no debiera,
Movido de y su quimera.
Al fin sale pertrechado
De Lima, de lo que era necesario,
De su saber y estrellas confiado,
Sin temor o recelo de corsario.
El Magallan Estrecho ya embocado,
Con un ánimo cierto, temerario,
Al mar del norte sale temeroso,
Teniendose en aquesto por dichoso.