Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Fran cis co co mo di je lo a tra vie sa

y en Li ma dio re ba te al de To le do

El des cui do no dio lu gar a prie sa

cau tam bién su par te el gra ve mie do

de a que lla gran des di cha tan a vie sa

Si lo que se so na ba de cir pue do

Fran cis co a llá la vi da bien de ja ra

si de o tra suer te el ca so se guia ra

Pues i do de las ma nos el co ne jo

to man do de Fran cis co el es car mien to

juz go se por ma du ro y buen con se jo

del Es tre cho ha cer des cu bri mien to

O fré ce se que dán do le a pa re jo

a Cas ti lla por él i de re cho

Des cha le el Vi rrey que no de bie ra

mo vi do de Sar mien to y su qui me ra

Al fin Sar mien to sa le per tre cha do

de Li ma de lo que e ra ne ce sa rio

de su sa ber y es tre llas con fia do

sin te mor o re ce lo de cor sa rio

El Ma ga llán Es tre cho ya em bo ca do

con un á ni mo cier to te me ra rio

al mar del nor te sa le te me ro so

te nién do se en a ques to por di cho so

Francisco, como dije, lo atraviesa,

y en Lima dio rebate al de Toledo.

El descuido no dio lugar a priesa,

causó también su parte el grave miedo

de aquella gran desdicha tan aviesa.

Si lo que se sonaba decir puedo,

Francisco allá la vida bien dejara,

si de otra suerte el caso se guiara.

Pues ido de las manos el conejo,

tomando de Francisco el escarmiento,

juzgose por maduro y buen consejo

del Estrecho hacer descubrimiento.

Ofrécese que, dándole aparejo,

a Castilla por él irá derecho.

Despáchale el Virrey, que no debiera,

movido de Sarmiento y su quimera.

Al fin Sarmiento sale pertrechado

de Lima de lo que era necesario,

de su saber y estrellas confiado,

sin temor o recelo de corsario.

El Magallán Estrecho ya embocado,

con un ánimo cierto, temerario,

al mar del norte sale temeroso,

teniéndose en aquesto por dichoso.

, como dije, la atraviesa,

Y en Lima dió rebate al de :

El descuido no dió lugar a priesa;

Causo tambien su parte el grave miedo

De aquella gran desdicha tan aviesa:

Si lo que se sonaba decir puedo,

alla la vida bien dejára,

Si de otra suerte el caso se guiara.

Pues ido de las manos el conejo,

Tomando de el escarmiento,

Juzgose por maduro y buen consejo

Del Estrecho hacer descubrimiento:

Ofrécese, que dándole aparejo,

A Castilla pos él irá derecho:

Despáchale el Virrey, que no debiera,

Movido de y su quimera.

Al fin sale pertrechado

De Lima, de lo que era necesario,

De su saber y estrellas confiado,

Sin temor o recelo de corsario.

El Magallan Estrecho ya embocado,

Con un ánimo cierto, temerario,

Al mar del norte sale temeroso,

Teniendose en aquesto por dichoso.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0