Llo re mi mu sa y ver so con ter nu ra
la muer te de es ta da ma ge ne ro sa
y lló re la mi tie rra Ex tre ma du ra
y Cas ti lla la Vie ja per di do sa
Y llo re Lo gro sán la her mo su ra
de a ques ta da ma be lla tan her mo sa
cual en tre es pi nas ro sa y a zu ce na
de hon ra y de vir tu des tam bién lle na
Las ar gen ti nas nin fas co no cien do
de a ques ta A na Val ver de la be lle za
sus do ra dos ca be llos des co gien do
en vuel tas en do lor y gran tris te za
es tán a la for tu na mal di cien do
las fle chas y los dar dos la crue za
del in dio Ma ñuá que a sí ha ro ba do
al mun do de vir tu des un de cha do
A quí Mi guel Si món el lo gro sa no
mos tra do ha su va lor y gran de brí o
li bran do de la muer te por su ma no
a su mu jer que en bra zos al na ví o
la tra jo Mas he ri do del pa ga no
es tá pa ra a ho gar se ya en el rí o
Ve réis a Cue vas tris te y do lo ro so
por sal var su mu jer muy con go jo so
Llore mi musa y verso con ternura
la muerte de esta dama generosa,
y llórela mi tierra Extremadura,
y Castilla la Vieja perdidosa.
Y llore Logrosán la hermosura
de aquesta dama bella, tan hermosa
cual entre espinas rosa y azucena,
de honra y de virtudes también llena.
Las argentinas ninfas, conociendo
de aquesta Ana Valverde la belleza,
sus dorados cabellos descogiendo,
envueltas en dolor y gran tristeza,
están a la fortuna maldiciendo
las flechas y los dardos, la crueza
del indio Mañuá, que así ha robado
al mundo de virtudes un dechado.
Aquí Miguel Simón, el logrosano,
mostrado ha su valor y grande brío
librando de la muerte por su mano
a su mujer, que en brazos al navío
la trajo. Mas, herido del pagano,
está para ahogarse ya en el río.
Veréis a Cuevas triste y doloroso,
por salvar su mujer muy congojoso.
Llore mi musa y verso con ternura
La muerte de esta dama generosa,
Y llorela mi tierra Extremadura,
Y Castilla la Vieja perdidosa:
Y llore Logrosan la hermosura,
De aquesta dama bella, tan hermosa
Cual entre espinas, rosa y azucena,
De honra y de virtudes tambien llena.
Las Argentinas ninfas, conociendo
De aquesta la belleza,
Sus dorados cabellos descojendo,
Envueltas en dolor y gran tristeza,
Estan a la fortuna maldiciendo,
Las flechas, y los dardos, la crueza
Del indio , que asi ha robado
Al mundo de virtudes un dechado.
Aquí , el Logrosano,
Mostrado ha su valor y grande brio,
Librando de la muerte por su mano
A su muger, que en brazos al navio
La trajo. Mas herido del pagano,
Esta para ahogarse ya en el rio,
Vereis a triste y doloroso,
Por salvar su muger muy congojoso.