A qués te a San ta Cruz po bló pri me ro
y a los Char cas sa lió do la o be dien cia
de lo po bla do dio es te ca ba lle ro
al Pre si den te Oi do res de la Au dien cia
En tre los in dios e ra car ni ce ro
por don de le pa ga ron su im pa cien cia
en Boi ti mí que el pue blo a sí se lla ma
al pie de un al to ce rro de gran fa ma
A ña pu rey tá el ce rro tie ne nom bre
a don de el Dia blo can ta de cir quie re
No o sa en él su bir cual quie ra hom bre
que el que su be de es pan to di cen mue re
Y por que si más di go no se a som bre
quien co sas de ad mi rar a quí le ye re
no quie ro más de cir de a ques te pe rro
y cre o que en ca llar lo po co ye rro
Viu da do ña El vi ra pues y si do
de don Die go el dis la te ya con ta do
con su ma dre al Pe rú hu bo sa li do
que a sí por el Vi rrey les fue man da do
A Es pa ña el de To le do sien do i do
a San ta Cruz vol ver han pro cu ra do
Her nan do Sa la zar lle va la guí a
de los trein ta que van en com pa ñí a
Aquéste a Santa Cruz pobló primero,
y a los Charcas salió, do la obediencia
de lo poblado dio este caballero
al Presidente, Oidores de la Audiencia.
Entre los indios era carnicero,
por donde le pagaron su impaciencia
en Boitimí, que el pueblo así se llama,
al pie de un alto cerro de gran fama.
Añapureytá el cerro tiene nombre,
a donde el Diablo canta decir quiere.
No osa en él subir cualquiera hombre,
que el que sube, de espanto, dicen, muere.
Y porque, si más digo, no se asombre
quien cosas de admirar aquí leyere,
no quiero más decir de aqueste perro,
y creo que en callarlo poco yerro.
Viuda doña Elvira, pues, y sido
de don Diego el dislate ya contado,
con su madre al Perú hubo salido,
que así por el Virrey les fue mandado.
A España el de Toledo siendo ido,
a Santa Cruz volver han procurado;
Hernando Salazar lleva la guía
de los treinta que van en compañía.
Aqueste a Santa Cruz poblo primero,
Y a los Charcas salió, dó la obediencia
De lo poblado dió este caballero,
Al Presidente, Oidores de la Audiencia.
Entre los indios era carnicero,
Por donde le pagaron su impaciencia
En Boitimí, que el pueblo así se llama,
Al pié de un alto cerro de gran fama.
Añapureyta el cerro tiene nombre,
A donde el Diablo canta_, decir quiere.
No osa en él subir cualquiera hombre,
Que que el sube, de espanto, dicen, muere.
Y porque, si mas digo, no se asombre
Quien cosas de admirar aquí leyere,
No quiero mas decir de aqueste perro,
Y creo que en callarlo poco yerro.
Viuda Doña , pues, y sido
De Don el dislate ya contado,
Con su madre al Perú hubo salido,
Que así por el les fué mandado.
A España el de siendo ido,
A Santa Cruz volver han procurado:
lleva la guia
De los treinta que van en compañia.