Que dó de es te tem blor tan a rrui na da
y tan per di da Li ma que po ní a
es pan to nue vo en ver la mal pa ra da
que pie dra so bre pie dra no te ní a
Ha llá ba se en la ca lle sin po sa da
quien be lla ca sa an tes po se í a
y to dos co mo di cen a la lu na
que da ron en la prue ba de for tu na
Cuál hi zo ha bi ta ción con u na es te ra
el o tro con un tol do po ne tien da
y con u na tris te za las ti me ra
re co ge lo que pue de de su ha cien da
a to dos pa re cí a la ho ra pos tre ra
Ma de ja muy re vuel ta e ra sin cuen da
y el ca bo no se ha lla aun que se bus ca
que to dos an dan he chos cha co rrus ca
El Vi so rrey se va con los Oi do res
a San Fran cis co y ha cen el Au dien cia
en tol dos que a po sen tos los me jo res
tu vie ron muy me nor la re sis ten cia
De jé mos los a quí frai les me no res
me ti dos en clau su ra y o be dien cia
que Can dish an da ba a go ra muy en vuel to
en el Es tre cho y sur y el dia blo suel to
Quedó de este temblor tan arruinada
y tan perdida Lima, que ponía
espanto nuevo en verla mal parada,
que piedra sobre piedra no tenía.
Hallábase en la calle sin posada
quien bella casa antes poseía,
y todos, como dicen, a la luna
quedaron en la prueba de fortuna.
Cuál hizo habitación con una estera,
el otro con un toldo pone tienda,
y con una tristeza lastimera
recoge lo que puede de su hacienda;
a todos parecía la hora postrera.
Madeja muy revuelta era sin cuenda,
y el cabo no se halla, aunque se busca,
que todos andan hechos chacorrusca.
El Visorrey se va con los Oidores
a San Francisco, y hacen el Audiencia
en toldos, que aposentos los mejores
tuvieron muy menor la resistencia.
Dejémoslos aquí, frailes menores,
metidos en clausura y obediencia,
que Candish andaba agora muy envuelto
en el Estrecho y sur, y el diablo suelto.
Quedó de este temblor tan arruinada,
Y tan perdida Lima, que ponia
Espanto nuevo en verla mal parada.
Que piedra sobre piedra no tenia.
Hallábase en la calle sin posada
Quien bella casa antes poseía,
Y todos, como dicen, a la luna
Quedaron en la prueba de fortuna.
Cual hizo habitacion con una estera,
El otro con un toldo pone tienda,
Y con una tristeza lastimera,
Recoge lo que puede de su hacienda;
A todos parecía la hora postrera.
Madeja muy revuelta era sin cuenda,
Y el cabo no se halla, aunque se busca,
Que todos andan hechos _chacorrusca_.
El Visorrey se vá con los Oidores
A San Francisco, y hacen el Audiencia
En toldos, que aposentos los mejores
Tuvieron muy menor la resistencia.
Dejemoslos aquí, frailes menores,
Metidos en clausura y obediencia,
Que andaba agora muy envuelto
En el Estrecho y sur, y el diablo suelto.