Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Con to da su tar dan za al fin lle ga ron

a la Pu do es tan do des cui da da

la gen te in gle sa e llos co men za ron

a dar les u na gran de ro cia da

ma ta ron vein te dos les cau ti va ron

La gen te in gle sa a des ba ra ta da

re ge se hu yen do a u na mon ta ña

los nues tros se es tán que dos en cam pa ña

De los na os ju gan do ar ti lle a

el e ne mi go a los nues tros da ño ha ce

con su gra ve im por tu na ba te a

en bre ve nues tro cam po se des ha ce

A lo al to de un ce rro se su a

de lo cual al in glés mu cho le pla ce

que vien do a los cris tia nos re ti rar se

en su lan cha pro cu ran em bar car se

Que a quí un na o el lu te ra no

de los tres que tra í a y a gran prie sa

se le va a la ma ña na muy tem pra no

y a Pai ta sin pa rar pres to a tra vie sa

Al pi lo to e cha en tie rra de su ma no

a los de Pai ta en vian do su pro me sa

de se gu ro mas e llos no qui sie ron

con cier to si no al mon te se hu ye ron

Con toda su tardanza al fin llegaron

a la Puná, do estando descuidada

la gente inglesa ellos comenzaron

a darles una grande rociada;

mataron veinte, dos les cautivaron.

La gente inglesa así desbaratada

recógese huyendo a una montaña,

los nuestros se están quedos en campaña.

De los navíos jugando artillería,

el enemigo a los nuestros daño hace

con su grave, importuna batería;

en breve nuestro campo se deshace.

A lo alto de un cerro se subía,

de lo cual al inglés mucho le place,

que viendo a los cristianos retirarse,

en su lancha procuran embarcarse.

Quemó aquí un navío el luterano

de los tres que traía, y a gran priesa

se leva a la mañana muy temprano,

y a Paita sin parar presto atraviesa.

Al piloto echa en tierra de su mano,

a los de Paita enviando su promesa

de seguro, mas ellos no quisieron

concierto, sino al monte se huyeron.

Con toda su tardanza al fin llegaron

A la Puná, dó estando descuidada

La gente inglesa, ellos comenzaron

A darles una grande rociada;

Mataron veinte, dos les cautivaron.

La gente inglesa así desbaratada,

Recogese huyendo a una montaña,

Los nuestros se estan quedos en campaña.

De los navios jugando artilleria,

El enemigo a los nuestros daño hace,

Con su grave, importuna bateria,

En breve nuestro campo se deshace.

A lo alto de un cerro se subia,

De lo cual al mucho le place,

Que viendo a los cristianos retirarse,

En su lancha procuran embarcarse.

Quemó aquí un navio el

De los tres que traia, y a gran priesa

Se leva a la mañana muy temprano,

Y a Paita sin parar presto atraviesa.

Al Piloto echa en tierra de su mano,

A los de Paita enviando su promesa

De seguro, mas ellos no quisieron

Concierto, sino al monte se huyeron.

Volver al Índice

Mantenido por hdlabconicet

2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0