Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Sal el in glés en tie rra y al po bla do

lle con fu ria cruel y re pen ti na

y co mo le ha ha lla do des po bla do

con su ra bia dia li ca y ma lig na

a u na san ta cruz ha es co pe ta do

ro ban do lo que ha lla a llí ca mi na

El pi lo to que a llí abs con di do

que al al to con los nues tros se ha su bi do

A ra na que ve a muy pu jan te

con dos fuer tes y be llos ga le o nes

con u na ve loz lan cha de de lan te

a lle ga a Man ta Sa len es cua dro nes

pen san do ser in glés en un ins tan te

cien sol da dos es ta ban cha pe to nes

cin cuen ta va que a nos que Al va ra do

al pun to los o fre ce de buen gra do

A ra na le res pon de que su ma no

y dies tra so la bas ta con su gen te

con tra el po der y fuer za del ti ra no

que no quie re so co rro de pre sen te

La cos ta co rre to da el lu te ra no

A ra na se vol vió muy di li gen te

aun que de Nue va Es pa ña se le en a

a vi so de que es en u na ba a

Saltó el inglés en tierra, y al poblado

llegó con furia cruel y repentina;

y como le ha hallado despoblado,

con su rabia diabólica y maligna

a una santa cruz ha escopetado;

robando lo que halla allí, camina.

El piloto quedó allí abscondido,

que al alto con los nuestros se ha subido.

Arana, que venía muy pujante

con dos fuertes y bellos galeones,

con una veloz lancha de delante,

allega a Manta. Salen escuadrones

(pensando ser inglés), en un instante

cien soldados estaban chapetones,

cincuenta vaqueanos, que Alvarado

al punto los ofrece de buen grado.

Arana le responde que su mano

y diestra sola basta con su gente

contra el poder y fuerza del tirano,

que no quiere socorro de presente.

La costa corre toda el luterano,

Arana se volvió muy diligente

aunque de Nueva España se le envía

aviso de que está en una bahía.

Saltó en tierra, y al poblado llegó con furia cruel y repentina;

Y como le ha hallado despoblado,

Con su rábia diabolica y maligna

A una Santa Cruz ha escopetado,

Robando lo que halla allí, camina.

El piloto quedó allí abscondido,

Que al alto con los nuestros se ha subido.

Arana, que venia muy pujante

Con dos fuertes y bellos galeones,

Con una veloz lancha de delante,

Allega a Manta. Salen escuadrones:

(Pensando ser ingles) en un instante

Cien soldados estaban chapetones,

Cincuenta vaqueanos, que

Al punto los ofrece de buen grado.

Arana le responde, que su mano

Y diestra sola basta con su gente

Contra el poder y fuerza del tirano,

Que no quiere socorro de presente.

La costa corre toda el ,

Arana se volvió muy diligente,

Aunque de nueva España se le envia

Aviso de que está en una bahia.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0