Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Can dish muy a su gus to a dar ca re na

se me te en la ba a que le pla ce

sin te mer de que co sa le dé pe na

re fres co to ma y a gua y le ña ha ce

Su gen te de do lor qui ta y a je na

con la o ca sión pre sen te se re ha ce

y en la pri me ra al vien to ve la dan do

la cos ta de la Chi na va bo jan do

De vuel ta de la Chi na muy car ga da

en cuen tra u na na ve de te so ro

a su dic ción y man do fue en tre ga da

con sus pi ros y gri mas y llo ro

En bre ve ha si do to da des po ja da

de se das bro ca te les y fi no o ro

Un clé ri go a llí vie ne en ri que ci do

que en ver se a ro ba do es a fli gi do

De su pla ta y te so ro co di cio so

con á ni mo tam bién de ha cer he cho

de me mo ra ble fa ma y hon ro so

al pe li gro cons tan te pu so el pe cho

A sus a mi gos di ce Po de ro so

con vo so tros me sien to y sa tis fe cho

si que réis a yu dar me mis her ma nos

con tra a ques tos so ber bios lu te ra nos

Candish muy a su gusto a dar carena

se mete en la bahía, que le place,

sin temer de que cosa le dé pena,

refresco toma, y agua y leña hace.

Su gente de dolor quita y ajena

con la ocasión presente se rehace,

y en la primera al viento vela dando,

la costa de la China va bojando.

De vuelta de la China, muy cargada

encuentra una nave de tesoro;

a su dicción y mando fue entregada

con suspiros y lágrimas y lloro.

En breve ha sido toda despojada

de sedas, brocateles y fino oro.

Un clérigo allí viene enriquecido,

que en verse así robado está afligido.

De su plata y tesoro codicioso,

con ánimo también de hacer hecho

de memorable fama y honroso,

al peligro constante puso el pecho.

A sus amigos dice: "Poderoso

con vosotros me siento y satisfecho,

si queréis ayudarme, mis hermanos,

contra aquestos soberbios luteranos."

, muy a su gusto a dar carena

Se mete en la bahia, que le place,

Sin temer de que cosa le dé pena,

Refresco toma, y agua y leña hace.

Su gente de dolor quita y agena,

Con la ocasion presente se rehace,

Y en la primera al viento vela dando,

La costa de la China va bojando.

De vuelta de la China, muy cargada

Encuentran una nave de tesoro:

A su diccion y mando fué entregada

Con suspiros, y lágrimas y lloro.

En breve ha sido toda despojada

De sedas, brocateles y fino oro.

Un clérigo allí viene enriquecido,

Que en verse así robado, está afligido.

De su plata y tesoro codicioso,

Con ánimo tambien de hacer hecho

De memorable fama y honroso,

Al peligro constante puso el pecho:

A sus amigos dice: poderoso

Con vosotros me siento y satisfecho,

Si quereis ayudarme, mis hermanos,

Contra aquestos soberbios luteranos.

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0