Tra jé ron nos los tres en car nes pu ras
el u no sa cer do te y dos sol da dos
a to dos se les die ron ves ti du ras
y fue ron lo po si ble re pa ra dos
Con tá ron nos sus tris tes des ven tu ras
juz gán do se por hom bres bien li bra dos
en ha ber es ca pa do con la vi da
ha bién do la te ni do por per di da
En qué tra ba jos me te la co di cia
y el pro cu rar ga nar la pla ta y o ro
y más cuan do for tu na le es pro pi cia
A quel que va jun tan do gran te so ro
no sien te el sin ven tu ra la ma li cia
los ma les so bre sal tos pe na y llo ro
que le es fá cil lo que es di fi cul to so
con fin de con se guir su fin gus to so
Es tá el Se ñor de Mi ti ley en es to
tan tris te que mil vi das cier to die ra
por no ver el su ce so tan fu nes to
del ar ma da lu ci da que él tra je ra
Pues vuel ve de a rri ba da muy de pres to
a don de es tu vo ya la vez pri me ra
pen san do re ha cer se y no ha po di do
se gún en lo si guien te es re fe ri do
Trajéronnos los tres en carnes puras,
el uno sacerdote y dos soldados;
a todos se les dieron vestiduras
y fueron lo posible reparados.
Contáronnos sus tristes desventuras,
juzgándose por hombres bien librados
en haber escapado con la vida,
habiéndola tenido por perdida.
En qué trabajos mete la codicia
y el procurar ganar la plata y oro,
y más cuando fortuna le es propicia.
Aquel que va juntando gran tesoro
no siente el sin ventura la malicia,
los males, sobresaltos, pena y lloro,
que le es fácil lo que es dificultoso
con fin de conseguir su fin gustoso.
Está el Señor de Mitiley en esto
tan triste, que mil vidas cierto diera
por no ver el suceso tan funesto
del armada lucida que él trajera.
Pues vuelve de arribada muy de presto
adonde estuvo ya la vez primera,
pensando rehacerse y no ha podido,
según en lo siguiente es referido.
Tragéronnos los tres en carnes puras,
El uno sacerdote, y dos soldados;
A todos se les dieron vestiduras,
Y fueron lo posible reparados.
Contáronnos sus tristes desventuras,
Juzgándose por hombres bien librados,
En haber escapado con la vida,
Habiendola tenido por perdida.
En que trabajos mete la codicia,
Y el procurar ganar la plata y oro,
Y mas cuando fortuna le es propicia:
Aquel que vá juntando gran tesoro
No siente el sin ventura la malicia,
Los males, sobresaltos, pena y lloro,
Que le es fácil lo que es dificultoso,
Con fin de conseguir su fin gustoso.
Está el en esto
Tan triste, que mil vidas cierto diera,
Por no ver el suceso tan funesto
Del Armada lucida que él tragera:
Pues vuelve de arribada muy de presto
Adonde estuvo ya la vez primera,
Pensando rehacerse y no ha podido,
Segun en lo siguiente es referido.