Mal di to se a a quel dí a en que na ci do
yo tris te fui que nun ca yo na cie ra
o ya que yo na cí que pe re ci do
al pun to que na cí lue go yo fue ra
o ya que no lo fui el en cru de ci do
y hon do mar en sí me re co gie ra
y no vie ra yo a ques ta des ven tu ra
te nien do tan di cho sa se pul tu ra
Qué ten go de ha cer tris te mez qui no
có mo po dré sol dar yo quie bra tan ta
Si a llá a In gla te rra yo ca mi no
ha bra lo de pa gar es ta gar gan ta
Pues dó pue do to mar o tro ca mi no
que tie rra mar y cie lo ya me es pan ta
Por qué no vie nes muer te cru da in gra ta
si dar me quie res vi da a quí me ma ta
Al zan do a prie sa el an cla mar a fue ra
de un bor do y o tro an da en tris te ci do
La no che so bre vie ne muy li ge ra
el Al mi ran te vién do se per di do
no cu ran do de se guir más su ban de ra
dis pa ra co mo ha si do a no che ci do
y vién do se Can dish de sam pa ra do
las ve las po pa ví a ha ve le ja do
"Maldito sea aquel día en que nacido
yo triste fui, que nunca yo naciera;
o ya que yo nací, que perecido
al punto que nací luego yo fuera;
o ya que no lo fui, el encrudecido
y hondo mar en sí me recogiera,
y no viera yo aquesta desventura,
teniendo tan dichosa sepultura."
"¿Qué tengo de hacer, triste, mezquino,
cómo podré soldar yo quiebra tanta?
Si allá a Inglaterra yo camino,
habralo de pagar esta garganta.
Pues ¿dó puedo tomar otro camino?,
que tierra, mar y cielo ya me espanta.
Por qué no vienes muerte cruda ingrata,
si darme quieres vida, aquí me mata".
Alzando a priesa el ancla mar afuera,
de un bordo y otro anda entristecido.
La noche sobreviene muy ligera,
el Almirante, viéndose perdido,
no curando de seguir más su bandera,
dispara como ha sido anochecido,
y viéndose Candish desamparado,
las velas popa vía ha velejado.
Maldito sea aquel día en que nacido
Yo triste fuí, que nunca yo naciera,
O yá, que yó nací, que perecido
Al punto que nací luego yo fuera:
O ya que no lo fuí, el encrudecido
Y hondo mar en sí me recogiera,
Y no viera yo aquesta desventura,
Teniendo tan dichosa sepultura.
¿Qué tengo de hacer, triste, mezquino,
Como podré soldar yo quiebra tanta?
Si allá a Inglaterra yo camino,
Habrálo de pagar esta garganta:
Pues ¿dó puedo tomar otro camino?
Que tierra, mar y cielo ya me espanta:
Porque no vienes muerte cruda ingrata,
Si darme quieres vida, aquí me mata.
Alzando a priesa el ancla mar afuera,
De un bordo y otro anda entristecido:
La noche sobreviene muy ligera;
El almirante, viendose perdido,
No curando de seguir mas su bandera,
Dispara como ha sido anochecido,
Y viendose desamparado,
Las velas popa via ha velejado.