Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

A llí vi de las fuer zas de rri ba das

las to rres y los al tos e di fi cios

a llí vi de las ca sas de rro ca das

y sa ca das las puer tas de los qui cios

Por ma de ra en el fue go son que ma das

y tu vie ron por gran des be ne fi cios

los que e nhies tas en pie ha llan sus ca sas

por que las más es ta ban he chas bra sas

No me hi zo ad mi rar a ques ta rui na

que el ca za dor que en tra por un co to

la ca za ma ta to da cuan ta a ti na

y el sol da do que ve al cam po ro to

del al to a ba jo to do de so lli na

Mas pe na me dio el ver que a quel pi lo to

que ten go re fe ri do lu si ta no

en el puer to a Can dish me tió de ma no

A qués te me re a ser que ma do

y el Ca pi tán que pre so le te a

en San tos don de es tu vo a tal re ca do

que hu yen do se fue don de ha que ri do

Mi rad lo que ha a ques te pe ca do

pues le tie ne el De mo nio per ver ti do

Y no que rrá mi Dios que tal de li to

lo pon ga yo en me mo ria por es cri to

Allí vide las fuerzas derribadas,

las torres y los altos edificios;

allí vide las casas derrocadas,

y sacadas las puertas de los quicios.

Por madera en el fuego son quemadas,

y tuvieron por grandes beneficios

los que enhiestas en pie hallan sus casas,

porque las más estaban hechas brasas.

No me hizo admirar aquesta ruina,

que el cazador que entra por un coto

la caza mata toda cuanta atina,

y el soldado que ve al campo roto

del alto abajo todo desollina.

Mas pena me dio el ver que aquel piloto

que tengo referido, lusitano,

en el puerto a Candish metió de mano.

Aquéste merecía ser quemado,

y el Capitán que preso le tenía

en Santos, donde estuvo a tal recado

que huyendo se fue donde ha querido.

Mirad lo que hará aqueste pecado,

pues le tiene el Demonio pervertido.

¡Y no querrá mi Dios que tal delito

lo ponga yo en memoria por escrito!

Allí vide las fuerzas derribadas,

Las torres y los altos edificios;

Allí vide las casas derrocadas,

Y sacadas las puertas de los quicios:

Por madera en el fuego son quemadas,

Y tuvieron por grandes beneficios

Los que enhiestas en pié hallan sus casas,

Porque las mas estaban hechas brasas.

No me hizo admirar aquesta ruina,

Que el cazador que entra por un coto,

La caza mata, toda cuanta atina;

Y el soldado que vé al campo roto,

Del alto abajo todo desollina:

Mas pena me dió el ver que aquel piloto

Que tengo referido, lusitano,

En el puerto a metió de mano.

Aqueste merecia ser quemado,

Y el Capitan, que preso le tenia

En Santos, donde estuvo a tal recado,

Que huyendo se fué donde ha querido:

Mirad lo que hará aqueste pecado,

Pues le tiene el Demonio pervertido,

¡Y no querrá, mi Dios, que tal delito

Lo ponga yo en memoria por escrito!

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0