Viaje al Río de la Plata

paja alguna; también el rey se traía su música consigo, tal y como el caramillo entre nosotros; también había mandado el rey que para esta ocasión se corriesen venados y otras salvajinas, á uno y otro lado del camino; así por suerte ellos habían cogido 30 venados y 20 abestraussen (avestruces), ó nandú (ñandú); y era cosa de alegrarse de ver.

Y cuando nosotros hubimos ya llegado á su pueblo, hizo el rey que cada 2 Cristianos entrasen en una casa, y que nuestro capitán junto con su servidumbre pasase á la casa real; después de esto el rey de los Scherues encargó á sus súbditos, que nos diesen lo que nos hacía falta. También el rey reunió su corte á su manera como el más poderoso señor de la tierra; hay que hacerle música á la mesa cuantas veces se le antoja; entonces los hombres y las mujeres más hermosas tienen por obligación que bailarle; el tal baile de ellos es cosa de verse como maravilla, en especial para nosotros los Cristianos, de suerte que uno tiene que olvidarse hasta de su boca.

Esta gente se parece á los Scherues (Xarayes), de los que se dijo ya más atrás. Sus mujeres

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2024 Viaje al Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0