también saber; tampoco deberá andar pavoneándose por su alto puesto, despreciando á los demás, como el muy fatuo y orgulloso soldadote en Terencio. Porque cada capitán se nombra para bien de sus lansquenetes y no se recluta la tropa para bien de su capitán.
CAPÍTULO XL
PRISIÓN DE CABEZA DE VACA. SU DEPORTACIÓN Á ESPAÑA. ELECCIÓN DE MARTÍNEZ DE IRALA
Mas en este caso no se guardó respeto alguno á la persona, sino que este nuestro capitán en todas las cosas quiso obedecer á su propia inspiración lleno de humos y de arrogancia.
Entonces resolvió todo el común, nobles y plebeyos, hacer junta y asamblea; pretendían prender á este capitán general Aluiso Capessa de Bacha y mandárselo á la Cesárea Majestad, haciéndole saber á Su Majestad las bellas cualidades de aquél, cómo se había portado con nosotros, y cómo había entendido él que debía gobernar, con muchos otros cargos más. En seguida, según lo convenido,