gente guerrera, cuya única ocupación es la guerra. Las mujeres son lindas y no se tapan las vergüenzas; ellas no trabajan en el campo, sino que el hombre tiene que buscarse la mantención; en la casa no hacen ellas más que hilar y tejer cosas de algodón; también preparan la comida y cualquier otra cosa que se le antoja al marido de ellas, y á otros buenos aparceros más, pedirles, cuando se ofrece; y baste con lo dicho del asunto. Quien verlo quiera que allá vaya, y si de otra suerte se niega á creerlo, yendo se convencerá que la cosa es así.
Cuando llegábamos á esta nación, como á una media milla (legua) de distancia nos salieron á encontrar en el camino, donde había una pequeña aldehuela, y dijeron ellos á nuestro capitán que debíamos nosotros reposar esa noche allí en el dicho pueblo, y que ellos nos traerían todo cuanto nos faltaba; pero esto lo hacían ellos con mala intención, y para asegurarse más en seguida mandaron [ellos] á nuestro capitán 4 coronas de plata, que se ponen en la cabeza; también le dieron 6 plennschen (planchas), de plata, de las que cada una media 1 1/2 jemes de largo y medio jeme de ancho; las tales planchas se las atan á la frente por lujo y como adorno, como también ya se dijo antes. Iten más mandaron ellos á nuestro capitán 3 lindas doncellas, ó mujeres, que no eran viejas.