Durante el tiempo que descansamos en este pueblo, después de la merienda, distribuimos nosotros la guardia, para que así estuviese la gente preparada contra los enemigos, y en seguida nos acostamos á dormir en paz. Más tarde, como á la media noche, sucedió que se le perdieron á nuestro capitán sus 3 doncellas; acaso no pudo satisfacer á todas 3, porque era un hombre de unos 60 años; si nos las hubiese entregado á nosotros los soldados, tal vez no hubiesen disparado; en suma, causa de esto se armó gran alboroto en el real.
Y tan luego como amaneció, nuestro capitán hizo y mandó á saber, que cada cual se estuviese en su puesto con sus armas.
CAPÍTULO XLV
VISITAN Á LOS MBAYÁ, CHAÑÉ, THOHANNES, PAYHONOS, MAYEHONAS, MORRONNOS, PERRONOSS
Así vinieron los antedichos Mayaiess (Mbayá) en número de 20.000 hombres y pretendieron sorprendernos, mas no nos sacaron mayor ventaja, sino que en esta misma escaramuza quedaron unos 1.000 muertos de la gente de ellos; en seguida huyeron ellos de allí y nosotros los perseguimos hasta