ya era muerto don ; y siguiendo Perafán de Rivera, que peleaba con espada y rodela metido en la fuerza de enemigos, junto con Marmolejo su alférez, los cuales mataban y herían a gran prisa, hasta que cansados y desangrados de las muchas heridas que tenían, cayeron muertos. con los de a caballo acometió en lo raso al enemigo; mas hallóle tan fuerte que no le pudo romper, porque también los caballos venían flacos del mar, y temían arrojarse a la pelea: y así revolviendo cada uno por su parte, hiriendo y matando lo que podían, hasta que con las bolas fueron derribando algunos caballos.
Don se metió en lo más espeso de su escuadrón, y peleando valerosamente, cayó del caballo: y llegando a socorrerle no lo pudo hacer tan presto que cuando llegó no le tuviesen ya cortada la cabeza; y al que se la cortó el bravo le atravesó la lanza por el cuerpo, y a él le dieron un golpe muy fuerte en el pecho con una bola, de que luego cayó sin sentido. En este tiempo Pedro Ramiro de Guzmán se arrojó primero al escuadrón de los indios por sacarle de este aprieto; y llegando donde estaba, le pidió la mano para subirle a las ancas de su caballo, el cual, aunque se esforzó lo que pudo, no tuvo fuerzas por estar tan desangrado; y cerrando los enemigos con Pedro Ramiro, le acosaron de tal suerte a chuzazos, que en el propio lugar que , le acabaron y fue muerto.
Luján y andaban algo a fuera muy mal heridos, escaramuceando entre los indios, los cuales cerrando con la infantería, y desbaratándola, entraron por el desaguadero, hiriendo y matando a una mano y a otra a los españoles, de tal suerte que hicieron cruel matanza en ellos, y a seguir el alcance no dejaron hombre a vida de todos. Luján y otro caballero, por disparar sus caballos, salieron sin poderlos sujetar ni detenerlos, por estar muy heridos; los cuales llegando a la orilla de un río que hoy llaman de Luján, ambos cayeron muertos, como después se vio, porque hallaron los huesos, y uno de los caballos vivo: de cuyo suceso se le quedó el nombre a este río. Algunos dicen que fueron estos la causa de la muerte del maestre de campo, con otros que en este desbarate murieron. y recogieron la gente que por todos fueron 140 de a pie, y cinco de a caballo; y como de estos venían muchos heridos y desangrados, aquella noche se fueron quedando, donde acabaron de hambre y sed sin poderlos remediar, y quedaron solos de toda aquella tropa 80 personas.