real nombre, y en el del Adelantado, con que quedaron por entones pacíficos tal ejemplo.
Capítulo III
De la entrada que hizo el Adelantado por el puerto de los , y de algunas discordias y sucesos
Acabada la guerra de con tan buen suceso, estaba el Adelantado muy obedecido y respetado de los indios de la tierra, aunque muy encontrado con los oficiales reales de Su Majestad, a causa de querer ellos tener tanta mano en el gobierno, que pretendían que el Adelantado no hiciese cosa en él sin su parecer: dando por razón, así lo mandaba Su Majestad, a lo que él respondía no tener necesidad de consultarles nada, en razón de cosas menores y ordinarias, porque de otra manera sería discernirles el oficio para que fuesen ellos los gobernadores y no él. Y así andaban con requerimientos con que cada día, se encontraban, llevándolo el Adelantado con más sufrimiento de lo que su reputación convenía, por no venir a rompimiento y conseguir sus intentos.
No obstante estas diferencias, resolvieron todos de conformidad, se hiciese una entrada para descubrir si se hallasen algunos minerales de los que tenían noticia. Para cuyo efecto mandó el Adelantado prevenir 400 soldados con sus capitanes, que fueron, de los ya prácticos: , y ; y de los chapetones, , García Rodríguez Valenzuela, y , y otra gente particular. Con este número de gente salió el Adelantado, en 4 bergantines, 6 barcas, 20 balsas y otras 200 canoas, en 13 de diciembre de 1541, llevando consigo algunos cautivos, y cantidad de amigos, así como de la nación o . Fue a esta jornada el contador , veedor y el factor ; dejando en la el Adelantado a su maestre de campo.
Navegando la armada río arriba, llegaron a los pueblos de , y los demás que están por aquella costa, hasta tornar el puerto de , y de allí pasaron al de la ; y dejando atrás la , donde los los mataron so color de paz, viniendo, como se dijo en el libro pasado: en este paraje. Por venir algunas canoas muy cargadas, se quedaron atrás, y siendo acometidas de los mismos indios repentinamente