las tomaron todas con poca o ninguna resistencia. Y de ahí adelante, siempre que se les ofrecía ocasión, no la perdían, tocando a cada paso mil alarmas y rebatos, hasta que el Adelantado mandó se les echase una emboscada en una laguna o anegadizo acomodado para tener algunas canoas, con gente oculta para poderlos acometer, antes que pudiesen dar vuelta las que los contrarios traían al tiempo que viniesen siguiendo la armada, como de ordinario hacían. Y al llegar al paraje de la emboscada una escuadra de canoas que venían en nuestro seguimiento, salieron las nuestras que estaban ocultas, y los acometieron antes que ellos pudiesen revolver ni tomar tierra; de manera que parte se trabucaron, y parte cogieron, matándole mucha gente, y cogiendo a mano los restantes, sin que escapase ninguno, y sin que pudiesen prevenir para defenderse de nuestros arcabuces y espadas, y flechería de los amigos: mandando el Adelantado ahorcar a todos los caciques y demás cabezas, de sus insultos.
Caminando adelante, tocaron en los pueblos de los , que están a mano izquierda, y en los que llaman , que están a mano derecha sobre el , con los cuales tuvieron comunicación: y pasando de esta comarca, llegaron a reconocer aquella tierra que llaman el , donde partido el río en dos brazos, hace aquella gran isla de tanta amenidad, como de ella y sus calidades tengo referido. Vista por los españoles la afabilidad de los naturales, desearon mucho poblar en ella, aunque no se pudo recabar del Adelantado, por tener la mira puesta en el descubrimiento occidental, y noticia que tenía de las riquezas del . Y así les decía: "Señores, corramos la tierra, y descubramos lo que hay en ella, que después se tomará asiento donde más convenga, y no nos prendamos luego a la primera vista".
Con esto comenzó a ser aborrecido de muchos, en especial de los ya antiguos, que ya tenían en la tierra algunas raíces: y así fue corriendo su viaje por aquel río, hasta que llegó a tomar el puerto de los , en el cual toda la gente desembarcada, dio orden en lo necesario para su entrada. Partido en compañía de los capitanes, dejando en guarda de los navíos a su primo, , tomó su derrota al Norte y caminando por aquella tierra encontraron con muchos pueblos de indios labradores, descubriendo cada día gran multitud de gente, saliendo todos los más de paz, y algunos que les pareció el no hacerlo, tomaron las armas para los españoles, y se pusieron a impedirles el paso, a los cuales nuestra gente castigó con toda moderación.
Al cabo de algunas jornadas llegaron a un pueblo muy grande