fundamento, se persuadió a ponerlo en efecto, haciendo para ello grandes aparejos, y pertrechos, así de embarcaciones, como de caballos, armas, y municiones. Moviéronse para esta jornada muchas personas principales, como fueron el contador , el factor Pedro de Orantes, capitán con su mujer e hijos, Cristóbal de Saavedra, Rui Gómez Maldonado, procurador general de la provincia, y otros caballeros vecinos y conquistadores; y el Obispo don , con siete sacerdotes, clérigos y religiosos, que por todos fueron más de trescientos españoles: dejando el Gobernador por su lugarteniente en aquella ciudad, al capitán Juan de Ortega, y en la provincia de a . Y el año siguiente de 1564, salió de la con toda su armada, que era de veinte navíos de vela y remo, y otros tantos barcones, y otras embarcaciones balsas y canoas, en que iba toda la más de la gente española con todo el servicio de sus casas, que eran más de dos mil personas: sin otros tantos indios de sus encomiendas, que llevaban por tierra, a cargo del capitán , con quien iban otros muchos soldados: hasta tomar el puerto de los Guajarapos, frontera del río del provincia del ; de donde asimismo sacaron más de otros tres mil naturales, persuadidos de las palabras y promesas conque los movía, por vía de intérpretes, ; por lo que se determinaron a dejar su país natural, e irse al extraño, haciendo esta jornada, en la cual pasaron inmensos trabajos y necesidades, en que pereció gran parte de ellos de hambre y de sed. Y llegados estos indios 30 leguas de , hicieron asiento en un término de tierra que les pareció conveniente, llamándola , por el nombre de la provincia de donde salieron, y era su natural. Allí poblaron e hicieron su sementeras, no dejando de pasar la gente española las mismas necesidades desde que salieron de la . Y luego que tomó puerto toda la armada a la parte y término de , se apoderó del mando y gobierno de ella, no consintiendo que el Gobernador ni otra persona alguna se metiese en la administración de paz ni guerra; con que muchos iban mal contentos. A cuya causa no se guardaba el orden que convenía, porque unos se quedaban atrás con sus deudos y amigos, y otros adelante con sus mujeres e hijos. Con este orden llegaron a , que por estar falta de comida pasaron grande hambre, y perdieron gran parte del servicio de que llevaban; y