Relación de un viaje al Río de la Plata

y de allí por tierra al Perú con observaciones sobre los habitantes, sean indios o españoles, las ciudades, el comercio, la fertilidad y las riquezas de esta parte de América

se celebra una gran feria durante una quincena seguida, durante la cual venden y cambian toda clase de mercaderías necesarias para cada país: negocios que son realizados con tanta honradez que las ventas se hacen sólo por los inventarios, sin abrir los bultos, y sin que haya el menor fraude. Terminada la feria, se retiran todos a su respectivo destino. Los galeones que se dirigen a España, van a Habana, en la Isla de Cuba, donde esperan la llegada de la flota de La VeraCruz en Nueva España; tan pronto como se les unieron, continúan su curso juntas, pasando el canal de Bahama junto a la costa de Florida, amarran en la isla de Bermudos, donde normalmente se encuentran con el consejo de asuntos de Estado en Europa y con órdenes que les indican cómo evitar desastres y realizar con seguridad el viaje.En cuanto a los galeones del , después de haber recibido un nuevo cargamento en Panamá vuelven a Lima, navegando por distintos rumbos, debido a las contrariedades del viento, que los tiene dos o tres meses en el mar. Llegados allá, venden lo que tienen para el y el resto de las mercaderías es adquirido por los comerciantes

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