Argentina y Conquista del Río de la Plata

con otros acaecimientos de los reinos del Perú, Tucumán y el Estado del Brasil

Es tan do de es ta suer te a po de ra dos

los In cas los Pi za rros a lle ga ron

y sien do del Pe bien en te ra dos

la tie rra en bre ve tiem po con quis ta ron

Los Gua ra nís sus dien tes a ce ra dos

a le gres con tal nue va a pa re ja ron

pen san do que har ta an sus vien tres fie ros

de la san gre de a que llos ca ba lle ros

El co ra zón pe a la ven gan za

de sus pa sa dos pa dres que ha an si do

de la tie rra Ex tre me ña a es pa da y lan za

ex pul sos co mo a rri ba ha béis o í do

Mas vien do de Pi za rro la pu jan za

te mie ron de pa sar y a han te ni do

por se gu ros los mon tes des po bla dos

sin ser a gen te hu ma na su je ta dos

De a llí ha cen ha za ñas es pan to sas

a sal tos hur tos ro bos y ra pi ñas

con tra ge ne ra cio nes be li co sas

que es tán al re de dor cir cun ve ci nas

En sus ca sas es tán muy te me ro sas

co mo u nas hu mi llí si mas ga lli nas

con so bra do te mor no che y ma ña na

te mien do de que ven ga el Chi ri gua na

Estando de esta suerte apoderados

los Incas, los Pizarros allegaron,

y siendo del Perú bien enterados,

la tierra en breve tiempo conquistaron.

Los Guaranís sus dientes acerados

alegres con tal nueva aparejaron,

pensando que hartarían sus vientres fieros

de la sangre de aquellos caballeros.

El corazón pedía la venganza

de sus pasados padres, que habían sido

de la tierra Extremeña a espada y lanza

expulsos, como arriba habéis oído.

Mas viendo de Pizarro la pujanza,

temieron de pasar; y así han tenido

por seguros los montes despoblados,

sin ser a gente humana sujetados.

De allí hacen hazañas espantosas,

asaltos, hurtos, robos y rapiñas,

contra generaciones belicosas

que están al rededor circunvecinas.

En sus casas están muy temerosas,

como unas humillísimas gallinas,

con sobrado temor noche y mañana,

temiendo de que venga el Chiriguana.

Estando de esta suerte apoderados

Los , los allegaron,

Y siendo del Perú bien enterados,

La tierra en breve tiempo conquistaron.

Los sus dientes acerados

Alegres con tal nueva aparejaron,

Pensando que hartarian sus vientres fieros,

De la sangre de aquellos caballeros.

El corazon pedia la venganza

De sus pasados padres, que habian sido

De la tierra Estremeña a espada y lanza

Expulsos, como arriba habeis oido.

Mas viendo de a pujanza,

Temieron de pasar; y así han tenido

Por seguros los montes despoblados,

Sin ser a gente humana sugetados.

De allí hacen hazañas espantosas,

Asaltos, hurtos, robos y rapiñas,

Contra generaciones belicosas,

Que estan al rededor circunvecinas.

En sus casas estan muy temerosas,

Como unas humillisimas gallinas,

Con sobrado temor noche y mañana,

Temiendo de que venga el .

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2024 Argentina y Conquista del Río de la Plata. ISSN 1668-0001. CC BY 4.0