Con tra el hom bre que dó Sa tán tan dies tro
que si ven cer le quie re con pu jan za
co mo vie jo sa gaz y gran ma es tro
en u na mu jer po ne con fian za
y el ca so que no pue de muy si nies tro
por me dio de mu jer pue de y al can za
de mo do que de diez par tes de ma les
los nue ve con mu jer cau sa ca ba les
Cuán cla ro a ques to ve mos en el cuen to
del po bre de don Die go y de Zu ri ta
pues só lo por po ner mu jer a sien to
en el i gle sia y que o tro se lo qui ta
se co men zó tan gran le van ta mien to
que al rei no del Pe rú pla ta in fi ni ta
le cues ta y aun buen triun fo le cos ta ra
si el de To le do no lo re me dia ra
Las mu je res de a ques tos dos tra ba das
co mien zan de sem brar tan gran ci za ña
que yen do ya las co sas mal guia das
se fra gua en po co tiem po gran ma ra ña
El Zu ri ta te ní a des ga na das
las gen tes y a don Die go el dia blo en ga ña
Al Zu ri ta que man da a llí pren dí a
y al Au dien cia Re al pre so le en ví a
Contra el hombre quedó Satán tan diestro
que si vencerle quiere con pujanza,
como viejo, sagaz y gran maestro,
en una mujer pone confianza;
y el caso que no puede muy siniestro,
por medio de mujer puede y alcanza,
de modo que de diez partes de males
los nueve con mujer causa cabales.
Cuán claro aquesto vemos en el cuento
del pobre de don Diego y de Zurita,
pues sólo por poner mujer asiento
en el iglesia, y que otro se lo quita,
se comenzó tan gran levantamiento
que al reino del Perú plata infinita
le cuesta, y aun buen triunfo le costara
si el de Toledo no lo remediara.
Las mujeres de aquestos dos trabadas
comienzan de sembrar tan gran cizaña
que, yendo ya las cosas mal guiadas,
se fragua en poco tiempo gran maraña.
El Zurita tenía desganadas
las gentes, y a don Diego el diablo engaña.
Al Zurita que manda allí prendía,
y al Audiencia Real preso le envía.
Contra el hombre quedó tan diestro
Que si vencerle quiere con pujanza,
Como viejo, sagaz y gran maestro,
En una muger pone confianza;
Y el caso que no puede muy siniestro,
Por medio de muger puede y alcanza:
De modo que de diez partes de males,
Los nueve con muger causa cabales.
Cuan claro aquesto vemos en el cuento
Del pobre de y de ,
Pues solo por poner muger asiento
En el iglesia, y que otro se lo quita,
Se comenzó tan gran levantamiento,
Que al reyno del Perú plata infinita
Le cuesta, y aun buen triunfo le costára
Se él de no lo remediára.
Las mugeres de aquestos dos trabadas,
Comienzan de sembrar tan gran zizaña,
Que yendo ya las cosas mal guiadas,
Se fragua en poco tiempo gran maraña.
El tenia desganadas
Las gentes, y a el diablo engaña:
Al que manda allí, prendia,
Y al Audiencia Real preso le envia.