A cu de Ve nial vo que lo o ye ra
y con so ber bia gran de y a rro gan cia
al Ge ne ral ha blan do a sí di je ra
En e so pon go yo gran vi gi lan cia
por ser co sa que a mi per te ne cie ra
pues soy Ma e se de cam po y la ga nan cia
o pér di da del cam po se me fí a
co mo a quien bien sa béis per te ne cí a
El Ge ne ral res pon de A quel que tie ne
tal car go ha cer to do lo po si ble
en su tan to y ma ne ra le con vie ne
Ha ra se lo que fue re con ve ni ble
le di ce Ve nial vo y no le pe ne
Y pues que es cor te sa no y a pa ci ble
el vul go po pu lar en paz me ten ga
que con tra el Ta bor lán bas tó que ven ga
En su fal so con ten to mal ha bi do
es ta ban es tos tris tes pro cu ran do
sus ten tar el ti tá ni co par ti do
con tra quien lo im pi die se ba ta llan do
El in men so Se ñor ha so co rri do
con su fa vor en mu chos ins pi ran do
a co no cer el ye rro y el en ga ño
de su gran per di ción y tris te da ño
Acude Venialvo, que lo oyera,
y con soberbia grande y arrogancia
al General hablando, así dijera:
"En eso pongo yo gran vigilancia,
por ser cosa que a mi perteneciera,
pues soy Maese de campo, y la ganancia
o pérdida del campo se me fía,
como a quien bien sabéis pertenecía".
El General responde: "Aquel que tiene
tal cargo, hacer todo lo posible
en su tanto y manera le conviene".
"Harase lo que fuere convenible",
le dice Venialvo, "y no le pene.
Y pues que es cortesano y apacible
el vulgo popular, en paz me tenga,
que contra el Taborlán bastó que venga".
En su falso contento mal habido
estaban estos tristes, procurando
sustentar el titánico partido
contra quien lo impidiese, batallando.
El inmenso Señor ha socorrido
con su favor, en muchos inspirando
a conocer el yerro y el engaño
de su gran perdición y triste daño.
Acude , que lo oyera,
Y con soberbia grande y arrogancia
Al General hablando, asi dijera:
En eso pongo yo gran vigilancia,
Por ser cosa que a mi perteneciera,
Pues soy Maese de Campo, y la ganancia
O pérdida del campo se me fia,
Como a quien, bien sabeis, pertenecia.
El General responde: aquel que tiene
Tal cargo, hacer todo lo posible,
En su tanto y manera le conviene.
Haráse lo que fuere convenible,
Le dice , y no le pene;
Y pues que es cortesano y apacible
El vulgo popular, en paz me tenga,
Que contra el Taborlan bastó que venga.
En su falso contento mal habido
Estaban estos tristes, procurando
Sustentar el tiránico partido
Contra quien lo impidiese, batallando.
El inmenso Señor ha socorrido
Con su favor, en muchos inspirando
A conocer el yerro y el engaño
De su gran perdicion y triste daño.